Los Angeles Clippers y Los Angeles Lakers focalizaron su actuación durante el verano de 2019 en torno a la búsqueda de estrellas. Los primeros se llevaron el premio gordo de la agencia libre tras firmar a Kawhi Leonard. De la mano también cerraron el traspaso de Paul George. Por su parte, la franquicia oro y púrpura apostó todo a la carta de Anthony Davis después de que su otro gran anhelo, el propio Kawhi, optara por llamar a la puerta de los vecinos.
A más de 3.500 kilómetros de Los Angeles, otro agente libre de renombre se sentó a cenar a una exclusiva mesa en la que estaban presentes Pat Riley y Erik Spoelstra. Una velada que se prolongó durante horas pero cuyo cabo principal se ató en apenas unos minutos. «Estábamos hablando de negocios. Nos interrumpió a Pat y a mí probablemente a los cinco minutos de empezar la conversación y nos dijo: ‘Estoy dentro'», recordó Spoelstra recientemente.
Así, los Heat habían acordado verbalmente una importante adquisición que se materializaría en un sign-and-trade con los 76ers por Jimmy Butler. «Me sentí como: ‘Estoy en casa’. Fue fácil», reconoció el alero según recoge el LA Times. «Obviamente, Dwyane Wade me había hablado de todo ello. Quería formar parte de esto. El trabajo, la cultura, esa palabra que todos usan. Sé que todos están cansados de escucharlo, pero es real. Querían que estuviera aquí. Me dijeron: ‘Eres el tipo que queremos. Vamos a por ti’. Fue como, ‘No digas más’. Ser querido es lo que todo el mundo busca.»
Tanto los Clippers como los Lakers también habían pensado en el alero como una segunda incorporación de lujo. Pero mientras ambas organizaciones se dedicaban a perseguir a sus principales objetivos, en Miami tenían muy claro lo que buscaban y no perdieron el tiempo en cerrar el trato.
Butler es uno de esos jugadores cuyo fuego interior antepone el ganar a todo lo demás. Una intensidad que le ha granjeado una mala reputación en la liga por su alta exigencia consigo mismo y con los demás. Por ello, una cuestión que nos asalta es la siguiente: ¿habría encajado en la ciudad de Los Angeles como lo ha hecho en la cálida Florida?
La respuesta probablemente sea que no. Así lo ha confirmado el propio alero, aunque sin citar directamente a nadie. «No soy para todos», afirmó el cinco veces All-Star. La dureza de Butler generó pocas amistades en unos Timberwolves demasiado inmaduros por aquel entonces y no terminó de cuajar en Philadelphia, azotada por la inestabilidad en distintos frentes. Ahora, en Miami ha abrazado un sistema y una filosofía que se adaptan perfectamente a él. “Se trata de la mejor decisión que he podido tomar”, afirmó el alero en una entrevista con Shaun Powell para NBA.com. “Pertenezco a este lugar.”
La directiva y el cuerpo técnico de los Heat sabían perfectamente lo que querían de Jimmy Butler cuando cerraron su incorporación. Un líder en la cancha, un jugador capaz de tirar del carro y un nuevo referente con el que dar continuidad a la estirpe de jugadores que ha representado la identidad de la Cultura Heat.
«Gran parte de esta liga se trata de alinear las piezas», declaró Spoelstra. «¿A quién le importa en lo que crees? ¿A quién le importa cuál es la cultura de la franquicia? ¿Puedes adquirir un grupo de jugadores sin preocuparte de si están alineados con esa visión? Se necesita que un líder encarne esas cualidades, sean las que sean. Y Jimmy Butler encarna esas cualidades. Al igual que todos los jugadores de los Heat de nuestro gran pasado: Alonzo Mourning, Dwyane Wade, Chris Bosh, Udonis Haslem. Encarna esas cualidades de profesionalismo, de trabajo, de responsabilidad, de confianza y de liderazgo. No tiene que disculparse por ser quien es. Lo queremos por quién es y por lo que representa.»
Si finalmente Butler lidera a los Heat al campeonato de la NBA, quizá el verdadero premio gordo de la pasada agencia libre cayó en Miami y no en el estado de California, como inicialmente todos afirmamos, convencidos.
(Fotografía de portada de Michael Reaves/Getty Images)