Triunfo importante para los Indiana Pacers; o así lo fue viendo cómo se celebró el tiro al hierro de Jonathon Simmons cuando faltaban menos de dos segundos para el bocinazo final y cuyo chof hubiese supuesto la victoria de los Orlando Magic.
Pero los Pacers quisieron sentirse Celtics por una noche, y escribieron una de esas remontadas tan antológicas y tan habituales en Massachusetts esta temporada.
Victor y Lance
Un debutante en el All-Star y uno que no hace tantos años coqueteó con el galardón a Mejor Sexto Hombre y que esta temporada, disimuladamente, vuelve a tontear con él. Lance Stephenson, en una clandestinidad impropia de él, está realizando una buena campaña que avanza en in crescendo. Y ayer tuvo una de sus mejores noches.
El alero, líder creativo de la segunda unidad, se marchó ayer hasta los 21 puntos, 6 asistencias, 5 rebotes y 2 robos para ser el mejor anotador de los suyos tras los 24 de Victor Oladipo. Acompañaron en la anotación Domantas Sabonis (17 puntos) que se mantuvo como titular en detrimento de Myles Turner —quien volvía a la acción tras nueve partidos ausente y jugó 11 minutos— y los 20 tantos de un muy activo Thaddeus Young.
Tras estar 21 pts abajo, Indiana consigue vencer a Orlando, 112-114.
Oladipo (24-5-6), Stephenson (21-5-6), Young (20 pts, 6 reb) y Sabonis (17 pts, 9 reb) finalizan con buenas estadísticas.
En los Magic, destacaron Gordon (22-11-4) y Fournier (21 pts). pic.twitter.com/UFz9uN5GnE
— Media Distancia (@midrangenba) 28 de enero de 2018
Sin embargo, como decíamos antes, la noche estuvo lejos de ser apacible en el Bankers Life Fieldhouse. Los Magic se olvidaron por unas horas de su puesto en la tabla y ofrecieron una lucha que les llevó a ponerse hasta 21 puntos arriba, antes de comenzar a ceder terreno poco a poco y conducir el encuentro a un desenlace precioso en los dos minutos finales.
Moneda al aire
Aaaron Gordon (22) y Evan Fournier (21) llevaron el peso anotador de los visitantes, pero tras superar los 30 puntos en los dos primeros cuartos (38 en el segundo y un 57,7% de acierto en tiros de campo en 24 minutos), no lograron rebasar la veintena en ninguno de los dos siguientes, muriendo en la orilla a pesar de que dispusieran del último lanzamiento para ganar el partido.
Y así se desarrollaron los hechos: Oladipo era los Pacers y los Pacers eran Oladipo. Las 7-8 posesiones finales se antojaban definitivas, una tras otra; y los momentos calientes suelen estar previamente asignados a según que apellidos. En Orlando se las repartían Gordon, Payton y Fournier, pero en Indiana no había debate.
El duelo de aclarados dio espectáculo, y yanqui y francés convirtieron sendas bellas jugadas individuales. Pero en la última el tiro de Oladipo fue al aro y el rebote a los Magic. Gordon intentó entonces un mate de concurso, pero le faltaron muelles y rascó la personal. Con dos abajo, tocaba encestar los dos; así, tras ganarle la presión en el primero, no le quedó otra que no-meter el segundo y morir por el rebote ofensivo.
La estrategia dio resultado, merced al palmeo de Jonathon Simmons, quien tras un partido discreto (6 puntos) se vio, no se sabe como, con un triple abierto y despejado. Pero no pudo ser el héroe. Como ninguno en Orlando esta temporada. Aunque lo que sí pudo al menos fue apagar la luz de la mesita sabiendo que, unas horas antes, 18.000 personas alzaron los brazos rompiendo en alegría. Y todo gracias a él.