A diferencia de otros deportes como el fútbol en los que los traspasos entre equipos son prácticamente territorio salvaje en el que conseguir jugadores suele ser una cuestión de dinero, en la NBA los intercambios de fichas están mucho más regulados. Basándose en elecciones del Draft y jugadores, las franquicias de la Liga llevan a cabo los traspasos que tanto gustan los aficionados.
El dinero es un elemento secundario a la hora de cerrar negociaciones ya que el límite anual permitido para gastar a los equipos —3,5 millones de dólares en la campaña 2016/17— es bajo comparado con el nivel de los contratos de la NBA. Pero fue esa bala la que los Warriors utilizaron durante la noche del Draft. No pestañearon en gastarse todo el dinero disponible para estos menesteres en un jugador de segunda ronda, Jordan Bell.
Los Warriors no poseían ninguna elección en el Draft, algo típico en conjuntos diseñados para el título, pero gracias al dinero pudieron conseguir un jugador que les gustaba mucho y que fue seleccionado en la 38ª posición de la noche por Chicago. Golden State compró inmediatamente esa ronda a los Bulls por un total de 3,5 millones, el máximo posible, una cantidad que ha sorprendido al ser un récord por una elección de segunda ronda.
Bell podría haber encajado perfectamente en el nuevo rumbo de los Bulls, en pleno proceso de rejuvenecimiento después de traspasar a Jimmy Butler a Minnesota Timberwolves, pero la oferta económica de los actuales campeones agradó mucho en las oficinas del conjunto de Illinois. Tanto como para aceptarla pese a que jugadores como Nikola Mirotic o Cristiano Felicio no tienen claro su futuro con los Bulls.
Bell es un alero de 2,05 metros que podría jugar de ala-pívot llegado el caso. Con Oregon llegó a la Final Four promediando 10,9 puntos, 8,8 rebotes y 2,2 tapones, números que auguran un posible rol en la segunda unidad de los Warriors en futuras temporadas. O incluso en la siguiente campaña si consigue desarrollar su juego a la espera de saber si David West, Zaza Pachulia y JaVale McGee continuarán en el equipo en el que se proclamaron ganadores del anillo por primera vez en sus carreras.