Los Hornets tendrán que afrontar otro tramo de la temporada sin LaMelo Ball. El base tuvo que abandonar el choque de la pasada madrugada ante los Houston Rockets después de que su compañero P.J. Washington aterrizase sobre tu tobillo izquierdo, y volverá a ser baja durante un periodo indefinido de partidos. Y es que por ahora desde Charlotte no se ha dado ningún plazo aproximado de recuperación, y, en plena pelea por acumular papeletas para hacerse con Victor Wembanyama, es probable que no tengan demasiada prisa por volver a ver a su mejor jugador sobre las pistas.
No está claro en qué cementerio indio metió LaMelo su pie izquierdo durante el verano, pero lo cierto es que esta ha sido una temporada de muy mala suerte para él y para su tobillo. El base ya se perdió los 13 primeros partidos del curso debido a un esguince sufrido durante uno de los amistosos de pretemporada, y apenas en su tercer encuentro volvió a sufrir el mismo percance en el mismo tobillo tras pisar a un aficionado cuando trataba de evitar que el balón saliese de la pista. En esta ocasión, fueron 11 los duelos en los que Ball no pudo estar presente, y tras dicho parón todo pareció regresar por fin a la normalidad.
En los 18 choques en los que pudo participar (sin contar el de anoche), el de los Hornets estaba promediando 24,8 puntos y 8,7 asistencias con un 38,4% de acierto en triples, un rendimiento que estaba pasando muy desapercibido debido a la mala situación del equipo. Situación que, de nuevo sin él, podría incluso empeorar. Esta vez, él mismo ha reconocido que esta torcedura no parece tan grave como las anteriores, pero esto no necesariamente implica que los de Carolina del Norte vayan a precipitar su regreso a la pista. Al fin y al cabo, para muchas franquicias llega un punto de la temporada en el que tiran más las opciones de ser número 1 del draft que dos carretas.
(Fotografía de portada: Stacy Revere/Getty Images)