LeBron James y Draymond Green fueron protagonistas de una de las jugadas más polémicas del duelo entre Lakers y Warriors. Con poco más de dos minutos para el final y todo aún por decidir, el alero atacó el aro y Green salió a la ayuda para tratar de taponarle, pero en dicho intento acabó golpeando la cabeza de James. En concreto, parece que el ala-pívot impactó en el ojo del de Akron, lo que, según comentó, le generó algunos problemas de visión.
«Después de que Draymond Green me metiera el dedo en el ojo, literalmente veía el aro tres veces, así que lo que hice fue apuntar al del medio» afirmó LeBron cuando se le preguntó por el triple con el que dio la victoria a los suyos. «Por suerte, pude anotarlo».
La polémica de la acción se debió a que, tras una larga revisión, los árbitros decidieron no señalar una falta flagrante de tipo 1, a pesar de que el golpe en la cabeza hacía pensar que así sería. No obstante, finalmente los angelinos no tuvieron que lamentar la decisión de los colegiados, pues acabaron llevándose el choque y la acción ha dado lugar a una de las declaraciones más badass emitidas recientemente.
(Fotografía de portada: Kevork Djansezian/Getty Images)