Estos Chicago Bulls prometían mucho antes de iniciar la temporada y lo están cumpliendo. Ante los Philadelphia 76ers, quizás con más sufrimiento del previsto, se impusieron por 115 a 118 para lograr así su cuarto triunfo consecutivo lejos de Illinois, o lo que es lo mismo, colocarse con una marca de 4-0 en la carretera.
Esa imbatibilidad lejos de casa supone el mejor comienzo a domicilio de los Bulls desde la temporada 1996-97, la cual comenzaron con un 6-0 para terminar colocándose el anillo de campeón.
Recaída de Rose
La única nota negativa del partido ante los Sixers la puso Derrick Rose, quien se resintió ante los Milwaukee Bucks de su esguince de tobillo y no pudo jugar en Philadelphia. Por ahora ha sido catalogado como day-to-day.