Los Clippers resucitan en Cleveland ante unos campeones sin chispa

Tras tres derrotas consecutivas, alguna especialmente dolorosa, los Clippers se reencontraron con la victoria a costa de endosar una dolorosa lección de intensidad a los Cleveland. Dos días después de perder en Milwaukee por 17 puntos, los vigentes campeones cayeron de 19 en casa (94-113). La rabia esperada tras su dura derrota ante los Bucks no tuvo reflejo en el partido ante el equipo angelino que tuvo en su espléndido trabajo colectivo la principal clave de su necesaria victoria.

El regreso de Blake Griffin, quien descansó el martes en Brooklyn, dio al equipo un distribuidor extra sobre la cancha. El ala-pívot, poco efectivo de cara al aro (13 puntos, con un 4/14 en tiros de campo), compenso su falta de acierto con 11 asistencias, su récord personal en la NBA. Su conexión de ida y vuelta con Chris Paul (16 puntos y 9 asistencias) y J.J. Redick (máximo anotador de los Clippers con 23 puntos y 4/6 en triples) dieron al equipo angelino una fluidez ofensiva que superó sin apuros la dormida defensa de los Cavs.

Mucho más que sus estrellas

Pero no menos importante fue la aportación del banquillo, liderado por Austin Rivers (12 puntos y 7 asistencias) y Jamal Crawford (12); la defensa de un soberbio Luc Mbah a Moute (6 puntos y 5 robos) y el esfuerzo bajo los aros de DeAndre Jordan (9 puntos y 15 rebotes, 8 ofensivos). Armas que funcionaron con regularidad a principios de temporada y en algunos momentos absoultamente ausente en la mala racha de los Clippers que terminó en Cleveland.

Eso sí, todo hubiera podido ser un partido diferente sin el desplome de los Cavs alrededor del descanso. Con el partido todavía igualado a dos minutos del final del segundo cuarto, los hombres de Tyronn Lue se descolgaron de forma irreversible en un parcial de 15-34 que nunca pudieron recuperar. La frustración de su estrella LeBron James, quien no celebró con un partido especialmente brillante (16 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias) su premio de jugador del mes, quedó demostrada con una técnica recibida por un empujón a Alan Anderson.

Giras que empiezan, giras que acaban

Solo un buen final de sus jugadores de fondo de banquillo evitó una paliza mayor para Cleveland, que llegó a ir 27 abajo en el último cuarto. Kyrie Irving (28 puntos en un buen trabajo emparejándose con Chris Paul) fue lo mejor de un equipo que parece haber levantado durante un par de partidos el pie del acelerador coincidiendo con su indiscutible liderato en el Este. Pese a las dos derrotas ante Bucks y Clippers, los Cavaliers siguen en cabeza de su Conferencia con un balance de 13-4. Eso sí, el calendario obligará a una reacción de los vigentes campeones, con visitas consecutivas a Chicago, Toronto y New York.

Por su parte, los Clippers cerrarán su gira este viernes en New Orleans para regresar a casa habiendo perdido el liderato del Oeste a costa de Golden State, pero recuperando un mejor sabor de boca. Su victoria en Cleveland ayuda a los hombres de Doc Rivers tanto para atajar cualquier atisbo de crisis como para mostrar a la NBA que los Clippers pueden ser bastante más que las diabluras de Chris Paul y Blake Griffin.


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