Es pronto, de acuerdo. Los Clippers empezaron el curso 2017-18 con 4-0 a su favor y todos sabemos cómo terminaron, fuera de la post temporada, con Blake Griffin traspasado en enero y con el riesgo de la reconstrucción sobre su cabeza. Dicho esto, no hay que menospreciar lo que los hombres de Doc Rivers han conseguido en este arranque de la 2018-19: sumar, de momento, un balance de 2-1, más notable por la enjundia de los rivales a los que ha derrotado, que por el balance en sí.
Perdieron en el choque inaugural contra Denver, y cómo está Denver, imparable, para luego vencer a los Thunder y a los Rockets. Dos rivales que se supone que deben estar por encima de los angelinos en el Oeste han caído en manos de los Clippers. Es importante resaltar que ni Oklahoma tenía a Russell Westbrook ni Houston a Chris Paul, sancionado con dos encuentros tras su pelea del sábado contra Rajon Rondo y Brandon Ingram. Y sin embargo, OKC tuvo ayer de regreso a Westbrook y tampoco supieron ganar a los Kings.
Por tanto, demos el mérito que se merecen a estos Clippers. Ayer, éxito en casa contra Houston (115-112). Una victoria edificada en el buen hacer de Tobis Harris, 23 puntos, y de Danilo Gallinari, 20 tantos a pesar de su 1/7 en triples. Junto con ellos, trabajo bueno de la segunda unidad, con 12 puntos de Shai Gilgeous-Alexander, otros tantos de Lou Williams (eso sí, 0/6 en triples) y, sobre todo, los 17 puntos, 10 rebotes, 3 asistencias, 1 robo, 3 tapones y 8/10 en tiros de dos de Montrezl Harrell.
Harden tuvo la victoria en su mano
A falta de 30 segundos y con 115-108 en el marcador, James Harden buscó obrar el milagro y forzó un 3+1 que acercó muchísimo a los suyos. Tanto que estaban a una jugada de enviar el duelo a la prórroga. Realidad que se hizo más posible cuando Lou Williams falló a falta de cuatro segundos y Eric Gordon cogió el rebote. Tiempo muerto y pelota para Harden, que no pudo acertar. La Barba dejó 31 puntos y 14 asistencias. Houston se coloca con balance 1-2 y ahora mismo, aunque sea anecdótico, camina en la 13ª plaza del Oeste, fuera de playoffs. Visión ciertamente rara para un plantel que dominó el Oeste en Temporada Regular en la 2017-18, con récord de victorias de la franquicia incluido.