Tras la dolorosa derrota ante los Kings, los Lakers han estado cerca de firmar otro grave tropiezo en la visita de los Detroit Pistons al Staples Center. Los de Vogel, sin embargo, lograron aferrarse al triunfo en esta ocasión para terminar imponiéndose por 110-106, evitando lo que habría sido una derrota verdaderamente problemática ante el tercer peor equipo de la competición, al menos según la clasificación. Los angelinos sufrieron para cerrar el choque, pero acabaron sumando una nueva victoria para volver a colocarse con un balance equilibrado (11-11).
Aunque muchos ojos estaban puestos sobre LeBron James e Isaiah Stewart por su reciente encontronazo, ambos dejaron atrás sus roces y estuvieron exclusivamente centrados en el baloncesto, evitando cualquier tipo de disputa. El de los Lakers pudo hacer por tanto lo que mejor sabe, que es jugar, y firmó una gran actuación que fue fundamental en el triunfo local. Con 33 puntos, el alero terminó como máximo anotador del choque, y logró además repartir 9 asistencias y capturar 5 rebotes para erigirse como el mejor del encuentro.
James contó con el apoyo de las otras dos estrellas angelinas, pues tanto Anthony Davis como Russell Westbrook respondieron también a las urgencias del equipo con su mejor versión. El ala-pívot firmó un doble-doble 24 tantos y 10 rebotes, mientras que el base volvió a cuajar un encuentro muy completo al terminar con 25 puntos, 9 asistencias y 6 rebotes, y ambos lo hicieron además lanzando por encima del 60% de efectividad (LeBron logró también un 60%). Esto hizo que los de Vogel estuviesen más sostenidos que nunca por su Big 3, pues solo Talen Horton-Tucker, con 12 tantos, les acompañó en dobles dígitos.
En los Pistons, Jerami Grant destacó con 32 puntos gracias a su 11/20 en el tiro (4/6 en triples), seguido por los 17 de Frank Jackson y los 15 de Cade Cunningham. El número 1 del draft logró un doble-doble al capturar también 11 rebotes, aunque cometió 5 pérdidas que lastraron su actuación.
Un decisivo 16-0
El choque estaba siendo muy parejo hasta que los Lakers, con un parcial de 16-0 en el tercer cuarto, lograron romperlo. Los locales dispararon su ventaja hasta los 19 tantos (77-58) gracias a su mayor racha de puntos consecutivos de la temporada, lo que parecía dejarles muy de cara el triunfo ante un rival que no va sobrado de recursos. No obstante, no es precisamente la consistencia lo que ha caracterizado a los de oro y púrpura a lo largo de este año.
Durante el cuarto periodo, los de Michigan fueron poco a poco recortando distancias, y llegaron a llevar el miedo a las gradas del Staples, que empezaron a temer una debacle de los suyos. LeBron, con varias canastas y asistencias en los últimos minutos, evitó que así fuese, pero aun así los angelinos sufrieron mucho más de lo previsto ante unos Pistons que dispusieron de varias opciones para reducir la diferencia aun más. Al final, no obstante, el triunfo cayó del lado de los locales, que podrán respirar aliviados unos días antes de su próximo partido, que tendrá lugar en Sacramento.
(Fotografía de portada: Kevork Djansezian/Getty Images)