Muchos le daban por muerto tras irse de Denver de vacío, pero Phoenix ha demostrado que no estaba ni cerca de ser así. Anoche, en otro partidazo en el que debieron sobrevivir además a los 53 puntos de Nikola Jokic, los Suns vencieron por 129-124 y pusieron el 2-2 en una eliminatoria que empieza a coger tintes épicos.
Fue un encuentro tremendo, uno en el que nadie logró una renta superior a los 10 puntos en toda la noche y en el que las estrellas de ambos no escatimaron una gota de sudor. Kevin Durant se fue hasta los 36 puntos jugando hasta 44 minutos y Devin Booker logró otros tantos con 40 minutos de acción con un espectacular 14 de 18 en tiros de campo. Finalizado el trabajo, el guard de los de Arizona volvió a recalcar qué es lo único que le importa.
«Solo estoy tratando de ganar. Tira esa jodida eficiencia por la ventana, eso no me importa. Solo continúa. Sigue atacando, sigue siendo agresivo. Si se trata de hacer tiros abiertos y meterlos, eso es lo que se supone que debo hacer», sentencia Booker.
Como decíamos, las dos piezas principales de Phoenix estuvieron bien, pero con lo que no contaba Denver es con la aparición meteórica de Landry Shamet. Metidos ya en el último cuarto, el escolta se destapó con cuatro triples para acabar yéndose a los 19 puntos. Fue el impulso final que necesitaban los locales para alcanzar la victoria, ya que superaron con nota la prueba que les puso Michael Malone, head coach de los Nuggets.
«Estábamos tratando de conseguir que fuesen otros chicos los que nos tuviesen que ganar, chicos que no se llamaran Devin Booker o Kevin Durant». Para su mala suerte, así sucedió.
Construyendo un banquillo
Eso es lo que ha hecho Monty Williams con los Suns. Al comenzar la serie no pocos analistas señalaban que Phoenix no podría con Denver simplemente porque no tenían banquillo para ello. La floja aportación de los suplentes en su duelo de primera ronda contra los Clippers invitaba a pensar así, pero el entrenador de los Suns ha reaccionado para construir sobre la marchar una rotación de hasta nueve jugadores.
Sin contar con Chris Paul aún, Cameron Payne ha pasado a ser titular y desde la banca salen Jock Landale, Landry Shamet, T.J. Warren y Terrence Ross. Entre estos cuatro aportaron anoche 40 puntos para derrotar a la segunda unidad rival 40-11… Puede ser clave en la resolución de esta semifinal de conferencia.
Un Jokic histórico… y polémico
Tal cual suena. Con 53 puntos Nikola Jokic se convirtió en el segundo pívot de la historia de la NBA en superar la barrera de los 50 en un partido playoffs junto a Wilt Chamberlain, pero es que además sumó 11 asistencias para firmar una combinación de puntos y pases de canasta jamás vista en un center. Si a esto le sumamos otros 28 tantos de Jamal Murray, está claro que los Nuggets deben preguntarse cómo no consiguieron ganar el encuentro.
Y sí, también hubo polémica con el Joker. Al final del segundo cuarto, el escolta de los Suns, Josh Okogie, se estrelló contra los asientos mientras intentaba salvar un balón suelto. Aterrizó en un grupo de fanáticos en la línea de fondo que incluía a Ishbia, propietario de los Suns, quien agarró la pelota. Jokic llegó e intentó hacerse con el balón rápidamente con la aparente intención de sacar rápido, peor cuando intentó quitarle la pelota a Ishiba, esta voló hacia la grada y Jokic terminó dándole un leve empujón al dueño de los Suns. Tras examinar las imágenes, los árbitros señalaron falta técnica al dos veces MVP. He aquí l secuencia:
(Fotografía de Christian Petersen/Getty Images)