El jugador de los Minnesota Timberwolves, Malik Beasley, ha sido condenado a 120 días de trabajos comunitarios o de vigilancia domiciliaria, según ha informado el medio Star Tribune. Esta sentencia será cumplida tras la conclusión de la temporada regular, por lo que el jugador no se perderá ningún partido con su equipo.
La jueza del distrito del condado de Hennepin, Hilary Caligiuri, también ha impuesto a Beasley medidas estrictas durante sus tres años en libertad condicional, que incluyen el no consumo de alcohol ni drogas ilícitas, pruebas periódicas para confirmar su cumplimiento y una prohibición de por vida para poseer armas de fuego. Recordar que el alero había sido denunciado el pasado mes de septiembre por apuntar con un rifle a una pareja y su hija frente a su casa en Plymouth, donde también hallarían drogas tras el posterior registro policial.
Durante el proceso, la jueza desestimó el cargo de delito grave por posesión de drogas como parte de su acuerdo de colaboración en el caso. Si Beasley completa con éxito su periodo de libertad condicional, su condena por delito grave se reducirá a delito menor. Sin embargo, la violación de los términos desencadenaría un castigo más severo.
Debido a la dificultad de establecer una fecha concreta para el cierre de la temporada, la jueza ha fijado el 26 de mayo como día tentativo para que Beasley opte por los trabajos comunitarios o el monitoreo electrónico en su hogar.
A pesar del incidente, en Minnesota no dudaron en renovar al jugador bajo un acuerdo por cuatro años y 60 millones de dólares el pasado mes de noviembre. El de Atlanta está rindiendo a un buen nivel como lo atestiguan sus 20,5 puntos y 5,2 rebotes por encuentro, aunque los Timberwolves presentan el peor récord de toda la Conferencia Oeste (6-18).
(Fotografía de portada de Matthew Stockman/Getty Images)