¡Marchando la docena!

Kylian Mbappé y Achraf Hakimi no eligieron el mejor rival pero sí un gran partido para sentarse en primera línea del Barclays Center a disfrutar del equipo más en forma de la NBA. Y es que viendo el baloncesto que despliegan a día de hoy, cuesta creer que los Brooklyn Nets, hace poco más de un mes, estuviesen con pie y medio en la tumba y los playoffs peligrando seriamente.

A martes 3 de enero, y con la situación habiendo dado un vuelco tras la salida de Steve Nash y el ascenso de Jacque Vaughn de interino a head coach con plenos poderes, los Nets pueden presumir de ostentar no sólo la segunda plaza de la Conferencia Este por encima de los Bucks, sino el segundo mejor récord de la liga, a un sólo partido de los líderes absolutos, los Boston Celtics.

Y la tendencia es la de no pisar el freno. Anoche, a costa de unos Spurs con un Popovich casi de figurante, se dieron otro festín ofensivo y colectivo, venciendo por 139 a 103.

Desde el primer instante no hubo partido, con Kyrie Irving anotando sus siete primeros lanzamientos y terminando como el máximo anotador del encuentro y una secuencia de videojuego que veremos a continuación. Sus 27 puntos contrastan con sus cero asistencias, tocando ayer la versión más shooting guard de Kyrie y dejando lo de repartir a los otros dos miembros del Big Three, combinándose Kevin Durant y Ben Simmons para un total de 20 pases de canasta (11 y 9 respectivamente).

T.J. Warren continúa siendo otra de las noticias más positivas enriqueciendo la profundidad de su banquillo: 18 puntos, 2 tapones y 2 robos, acercándose cada día más a su arrolladora versión de la burbuja.

El pésimo acierto de los tejanos desde el triple (25,8%) frente al tremendo de los neoyorkinos (55%) fue una de las claves de un duelo en el que los locales siempre fueron por delante en el marcador y sus trece jugadores que saltaron a cancha –todos superando los diez minutos de juego– finalizaron con +/- positivo.

Kyrie ‘Andrew’ Irving

Irving, para deleite de los dos jugadores del PSG y todos los presentes, decidió hacer honor a su segundo nombre, y esta mañana podría haber acudido tranquilamente al Registro Civil para terminar de cambiar Irving por Wiggins, con esta secuencia de abajo como único justificante.

Mide lo mismo que Ricky Rubio (1,88), y a sus 30 años, mientras otros hacemos pilates para evitar la oxidación, él hizo esto.

Espectacular. Toda la grada estalló y el banquillo de los Nets enloqueció. Una delicia que lejos de ser su especialidad, sí nos sirve como el reflejo de un Irving que numéricamente está cuajando un curso apabullante y es quizás la mayor razón de que su franquicia esté donde está. Centrado, es un All-NBA de manual.

«Estuvieron en su salsa lanzando desde cualquier parte durante todo el encuentro», era el resumen que hacía Keldon Johnson, máximo anotador de los Spurs con 22 tantos.

«No prestamos atención a la racha de victorias consecutivas, sólo queremos jugar bien para el resto de nuestros compañeros», sentenció Irving. Pasado mañana visitan Chicago para enfrentarse a unos Bulls que vienen de recibir 71 puntos de Donovan Mitchell.

(Fotografía de portada de Dustin Satloff/Getty Images)


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