Los Dallas Mavericks 2017/18 son uno de esos proyectos que pueden te salir por cualquier lado. Mark Cuban hizo la promesa de que mientras durara Dirk Nowitzki, él le proveería de un plantel competitivo.
Así lo está intentando a duras penas durante estos últimos años, pero con exiguos resultados. Entre 2013 y 2016 Rick Carlisle logró clasificar a los suyos para playoffs por los pelos —8º, 7º, 6º—, cayendo siempre en primera ronda. En la campaña pasada ya no pudo ser. Finalizaron el curso regular como undécimos del Oeste, con 33 victorias.
Dirk, 39 años, por fin se hace viejo. Los últimos tiempos han sido una dura batalla en la que todavía su ataque, eternizado en tiro bombeado y step back, lograba enmascarar su débil defensa. Ya apenas ni eso puede. La temporada pasada firmaba la segunda peor cifra anotadora de su carrera (14,2 puntos), sólo por encima de su Era rookie.
Este año, con un promedio de 25,3 minutos —uno menos que el año pasado— en cuatro partidos, no logra acomodarse en los dobles dígitos todavía, debido especialmente a su noche aciaga ante Houston —10, 10, 2 y 11 puntos—. Pero el alemán no pierde la fe, ni sí mismo ni en quienes le rodean.
Lo cuál tiene su mérito pues son, a día de hoy, el único equipo de la Conferencia Oeste que no conoce la victoria.
«Todavía pienso que somos un equipo decente. Tenemos que detener esta sangría. Como ya he dicho antes, nuestros primeros 30 partidos creo que se corresponden con el calendario más duro de toda la liga. Tenemos que resolver esta situación y jugar como lo hicimos en el segundo cuarto [ante los Warriors, parcial en el que se impusieron por un +13]. Si lo hacemos sólo esporádicamente y no de manera consistente, va a ser difícil», ha expresado Nowitzki y recoge Eddie Sefko para Sports Day.
Movimiento de balón
Carlisle no achaca la mala racha de los Mavs a un Dirk decadente —entiéndase decadente dentro de su nivel de Hall of Fame— sino a un baloncesto que no fluye y a un balón que todavía no circula como debiera.
«Cuando hemos movido bien la pelota y todo marcha, su mecánica [la de Dirk] es idéntica a la de hace 19 años y cuatro partidos —afirma el head coach—. Pero cuando nos estancamos y él intenta retroceder unos pasos para encestar sobre su marca en aclarado, está resultando un infierno. Y no sólo para él, sino para todos. Esta ha dejado de ser una liga de ISOS [aclarados]. Tienes que estar haciendo circular el balón constantemente como hace todo el mundo».
Noel y sus mismatch
Los Mavs no han tenido un verano baldío ni mucho menos en el terreno de fichajes. Seleccionaron en el Draft a Dennis Smith Jr. —firme candidato a Novato del Año— y retuvieron una temporada más a Nerlens Noel por su oferta cualificada. El primero cumple con el guión, y solo una pequeña lesión le ha sacado brevemente de las canchas. Pero con el segundo, algo estaba chirriando. Se presentaba como el gran adalid de la pintura para este curso, y por el momento ha pasado más tiempo en el banquillo que sobre la pintura.
Tras una cuota de proagonismo aceptable en los dos primeros partidos (20 y 27 minutos) su papel paso de secundario a figurante frente a Rockets y Warriors (16 y 12 minutos respectivamente), lo cuál tenía descolocados a muchos, incluido al propio jugador. Carlise, por fin, ha dado explicaciones.
«No puedo ponerlo a defender a Draymond Green. Y en Houston, Nené [quien se presuponía su emparejamiento] apenas jugó. Esa es la razón. Así de simple». Lo cierto es que D’Antoni abrió en ese choque la cancha más que nunca, dejando al brasileño en diez minutos y cargando el peso sobre Ryan Anderson, un ‘4’ abierto frente a quien se resentían las virtudes defensivas de Noel.
En cuanto al punto fuerte en ataque del ex de Kentucky, los alley oops y demás juego en pick & roll, sus defensores están encontrando el modo de contrarrestarlo; usan la parte baja de su cuerpo para desplazarlo en la marca y hacerle perder la ventaja de posición, provocando en todo caso faltas que no son de tiro, y recuperando así la iniciativa en defensa. «Saben que de otro modo es indefendible, así que eso es lo que están haciendo ahora», asevera Carlisle.
Tocan los líderes del Oeste
¡Y que razón tenía Dirk con el calendario! Uno podía pensar hace unas semanas que cierto descanso llegaría en la quinta y sexta jornada, ante los Grizzlies, en el back-to-back que afrontan los Mavs entre hoy y mañana. Pero claro, ¿alguien se esperaba estos Grizzlies?
¿Harrison Barnes, por cierto, a qué esperas para aparecer?