Habían hablado todos menos él. Imposible habría sido, por otra parte, escuchar al acusado, con el tumulto habido en sala; multitud de voces clamando por su cabeza, vociferando contra el despiadado y cruel. Algunos, los menos, entre las aguas del dolo y la culpa, mantenían silencio, expectantes.
Un movimiento de Zaza Pachulia lesionó a Kawhi Leonard. Hecho ajeno a todo debate. No ha habido sanción arbitral, otra realidad. Voluntariedad, culpabilidad, alevosía, incluso negligencia, es arena de distinto costal. Oigamos al sujeto pasivo. En primer lugar, ante el alegato de Gregg Popovich: «Tengo mucho respeto por Pops y por la franquicia de los Spurs», ha dicho el pívot georgiano, en declaraciones recogidas por Sportando, asegurando que no se ha molestado por los comentarios vertidos por el técnico de San Antonio.
«Ojalá no hubiera pasado»
«Hice todo lo que tenía que hacer», explicó ya haciendo referencia a la acción en concreto de la que brota todo el actual percance. «Hice la defensa correcta para defender el tiro. Me encantaría que no hubiese aterrizado sobre mi pie. Honestamente, no tenía ni idea de que había caído sobre mi pie hasta que me giré y le vi en el suelo. Tan pronto como soltó la pelota me di la vuelta para tratar de capturar el rebote y ver hacia donde iba el balón, y al parecer el cayó sobre mi pie cuando yo ya me había girado.
A falta de polígrafo, vídeo y palpitaciones.
«Me siento fatal por él. Desearía que no hubiera pasado, que el resultado hubiese sido distinto. Tengo mucho respecto por Kawhi. Creo que es uno de los mejores jugadores que hay. Le deseo lo mejor», terminó el center de Golden State Warriors.
No ha tenido que poner la mano sobre la Biblia ni jurar por la Constitución decir toda la verdad y nada más que la verdad. No obstante, este es el testimonio de Zaza Pachulia.