Paul George tenía muchas ganas de incorporarse a los Philadelphia 76ers, o al menos se deduce de la forma en que llegó a su entrevista con la franquicia de Pensilvania. El alero se presentó en el encuentro luciendo una camiseta que hacía homenaje a la temporada 2000-2001 de Allen Iverson, en la que el base fue galardonado con el MVP, probando tanto su respeto por uno de los iconos del equipo como su voluntad de abrazar la tradición baloncestística de la ciudad.
Este gesto parece haber sido bien recibido por la gerencia, que ha acabado acordando con George un contrato de 212 millones de dólares a recibir en cuatro temporadas. Así, podrá unirse a Joel Embiid y a Tyrese Maxey para conformar uno de los Big 3 más poderosos de la competición, tratando de acabar con la maldición que parecen sufrir los 76ers en playoffs, pues no llegan a unas Finales de Conferencia desde, curiosamente, el año al que hace referencia la camiseta de Paul.
George tendrá ahora que demostrar su compromiso también en la pista, aunque de momento ha conseguido ganarse el aprecio de los aficionados y de la ciudad con este pequeño detalle. Si bien no llega con el estatus de estrella que tenía Iverson en su momento, si consigue adaptarse al nuevo rol y a lo que los 76ers requieren de él, podría llegar a ser casi tan importante en los posibles éxitos que los de Nick Nurse alcancen de ahora en adelante.
(Fotografía de portada: Harry How/Getty Images)
