La voz de la reflexión, de lo reflexivo. De aquel cuyos años de impulsos, los años de la egolatría del que es joven, del orgullo hormonal, los años de lo visceral, lo arrojado y lo resuelto, largo tiempo ha que quedaron atrás. Gregg Popovich, mente calculadora y meditabunda, versus las piernas inquietas y las mentes voraces de Chris Bosh y James Harden, entre otros.
Luego está el cerebro económico de Adam Silver, pero ése es otro cantar. Pues su posición no responde a intereses individuales u opiniones personales. Y luego volvemos a Pops, que piensa como los grandes ajedrecistas, en la influencia de sus movimientos en el medio-largo plazo.
El técnico de San Antonio Spurs fue pionero en esta materia. Indiferente a la Liga, no ha tenido reparos en el pasado en priorizar lo que él consideraba mejor para su plantilla independientemente del impacto de esto en la competición y demás tangentes. Ya cargó en su momento con una multa de 250.000 dólares, impuesta por el viejo Comisionado David Stern, por no alinear a su trío estelar —Duncan, Parker, Ginobili y Danny Green— en un partido de calado televisivo y no avisar precavidamente a la propia NBA.
El coach se muestra comprensivo, pero también pide cierta visión de futuro y capacidad de ponderación. «La Liga tiene que entender que la ciencia de lo que hacemos es mucho más sofisticada de lo que solía ser, y definitivamente hemos añadido más años [jugando a nivel profesional] a los jugadores. Por lo tanto, es una compensación: ¿Quieres ver a este tipo en este partido concreto o prefieres verlo durante tres años más de su carrera? ¿Y te gustaría verlo también en los playoffs porque llegó a ellos sano y sin lesiones?
Las televisiones
No nos engañemos; aquí el tema va de verdes. El motor que hace girar esta enorme rueda a la que voluntariamente (todos) nos sometemos. Las cadenas, su razón tienen, no quieren pagar millonadas por partidos que luego no van a contar con los ingredientes previstos. Sin embargo, uno de los jugadores que más minutos acumula, LeBron James —ya ha jugado más que Jordan en toda su carrera—, se pronunciaba al respecto el pasado domingo.
«He sido parte de seis Finales consecutivas, y cada temporada la final es cada vez más grande, y mejor y mejor, y más personas están sintonizando el canal. Así que no veo ningún problema con la gente está viendo».
Salud, dinero, prisas, ansia, codicia desmesurada e intereses cruzados difícilmente conciliables.