Derrick Rose fue duda ante los Lakers hasta el último momento. Los espasmos que arrastraba en la espalda desde el martes habían hecho que la prudencia capitaneara las decisiones de los Knicks, pero finalmente tuvo mejores sensaciones y se decidió que jugara.
Y durante el tiempo que estuvo en cancha no lo hizo nada mal. En los 34 minutos de juego anotó 25 puntos, siendo lo mejor sus declaraciones post encuentro, en las que descartó que hubiera tenido alguna nueva molestia.
“Es la vez en toda mi carrera que más cantidad de información he tenido sobre cómo está mi cuerpo y sobre cómo necesito mantener mi forma de jugar y mantener mi fuerza”, dijo Rose a los medios.
Para el siguiente partido habrá que ver cómo se encuentra y si es conveniente darle algo más de descanso para no forzar su estado físico. Rose, como él mismo ha confesado, lleva un exhaustivo control de las lesiones – sobre todo en molestias menores – para evitar que algo pequeño acabe desencadenando algo mayor.
“Por cómo es mi cuerpo, una pequeña cosa puede afectar a mi estado en general. Puede ser una lesión en el pie o lo que sea, haciendo que mi cuerpo se sienta totalmente diferente”, añadió el jugador.