El tiempo de Rick Pitino en Grecia ha llegado a su fin. El veterano técnico, que se enroló en las filas del Panathinaikos a finales del pasado diciembre, ha decidido que no quiere continuar en el conjunto heleno y ha rechazado la oferta que el equipo le ha hecho para seguir como presidente y entrenador.
Pitino ha hecho campeón de Grecia al Panathinaikos, pero nunca ha acabado de encontrarse cómodo allí. Hace apenas unas semanas, hacía notorio su desencanto con esta aventura europea. El motivo no era otro que la falta de feeling con la manera de entender el baloncesto que tienen en el país, especialmente en el caso de los aficionados que van a las canchas, con los que el entrenador fue duro en su discurso.
«Me parece gente extremadamente egoísta lo que hacen”, dijo por aquel entonces Pitino, señalando la espantosa costumbre de lanzarse bengalas de un lado a otro de las gradas, fumar durante los partidos o los ataques de violencia que se ven con demasiada asiduidad en sus estadios.
Pitino siguió: «Cuando estás en un estadio y hay 10.000 tipos fumando, los jugadores se ahogan. Así que tarde o temprano tienes que recordarles que estamos en un lugar para practicar deporte, y que deben tener la suficiente disciplina como para aguantar al menos hasta el descanso. Ahí pueden salirse a la calle e hincharse a cigarros. Es su opción. Pero que no lo hagan cuando hay deportistas y niños delante. La verdad es que no creo que les importen ni los deportistas ni los niños”.
¿Y ahora?
Tal y como ha publicado ESPN, Pitino está buscando un puesto de trabajo en la NBA, ya sea en alguno de los banquillos o incluso como preparador personal de algún jugador o como consejero. Recordemos que el técnico ya dirigió a equipos de la liga durante dos etapas diferenciadas. La primera fue con los Knicks, desde 1983 hasta 1989; la segunda tuvo lugar con los Celtics, de quienes se hizo cargo del curso 1997 al 2001.
El gran estallido profesional de Pitino, de 66 años, vino de la mano de la NCAA, donde ha sido campeón tanto con Kentucky como con Louisville, y ha alcanzado las finales hasta en siete ocasiones. Igual que la competición universitaria le dio el éxito, también le acabó trayendo el fracaso. Sería de Louisville de donde sería despedido por el escándalo de sobornos en la NCAA, el cual le salpicó de lleno. El entrenador estuvo implicado en sobornos a jugadores para llevarlos a jugar a su universidad.
(Fotografía de portada de Joe Robbins/Getty Images).