Rob Pelinka celebra el título llamando a Magic Johnson

La situación en Los Angeles era muy distinta hace apenas un año y medio. Después de que los Lakers encadenaran su sexta temporada consecutiva sin oler los playoffs —peor marca histórica del equipo—, Magic Johnson anunciaba su dimisión como presidente. Una decisión que pilló por sorpresa a muchos en aquel momento pero que, con el paso de los meses, fue desvelando diversos detalles ocultos bastante más turbios.

Un mes más tarde, el propio Magic culpó a Rob Pelinka, por aquel entonces general manager, como principal motivo de su partida. Sin pelos en la lengua, el legendario base de los Lakers apeló a «puñaladas por la espalda», «traición» y «susurros cuando no estaba presente». Apenas 24 horas después, el directivo salía al paso de las acusaciones aclarando que siempre apoyó a Magic mientras estuvieron trabajando juntos y que este no compartió la realidad de las cosas. Previamente, una información procedente de Bleacher Report sugería que el ex-presidente se habría enterado de una cadena de e-mails entre Pelinka y Jeanie Buss en los que criticaban su trabajo.

Sea como fuera, el asunto quedó ahí. ‘Tu verdad contra la mía’, sin que ninguno de ambos pudiera imponer su versión. El convulso verano que se vivió en Los Angeles no dio espacio a más intercambios verbales y el posterior ascenso de Pelinka al puesto de vicepresidente terminó por enfriar la riña. Ahora, el reciente título conquistado por los Lakers podría haber servido para limar asperezas y enterrar definitivamente el hacha de guerra.»

«Todavía siento mucho gratitud por las dos temporadas en las que trabajé con Earvin. Él también es parte de esta celebración gracias a su visión y el trabajo codo con codo», declaró Pelinka según una información de NBC Sports. «Es una persona increíble. Tenemos una relación excelente e increíblemente sólida. Fue una de las primeras llamadas que hice. Tuve una gran charla con él.»

Magic Johnson recogió el testigo y aclaró en su perfil personal de Twitter que la relación entre él y los componentes de la cúpula angelina es buena. Además, agradeció la llamada por parte del vicepresidente de operaciones. «Rob Pelinka me hizo sentir muy bien esta noche cuando los Lakers ganaron el campeonato de la NBA. Significa mucho para mí porque sé que estaba en mitad de la celebración con los jugadores, los entrenadores y Jeanie Buss y no tenía por qué hacerlo.»

Así, la profunda grieta que separaba a ambos parece haber sido reparada. Y es que todo es mucho más fácil y sencillo cuando te proclamas campeón de la NBA y el éxito vuelve a inundar todos los resquicios de una de las franquicias más laureadas de la historia.

(Fotografía de portada de Meg Oliphant/Getty Images)


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