El pasado 27 de mayo los dueños minoritarios de los Minnesota Timberwolves presentaban una queja formal por la venta de la franquicia. El escrito denunciaba que Glen Taylor, propietario mayoritario, había ejercido la venta sin consensuarlo con el resto de participantes. La demanda argumentaba que, en caso de cambio de propiedad, los propietarios minoritarios tendrían derecho a vender su parte de forma individual. Según Meyer Orbach, el acuerdo de venta entre Taylor y el grupo comandado por Alex Rodríguez y Marc Lore violaban esta cláusula. Sin embargo, un juez ha desestimado el recurso y ha dado luz verde a la continuidad de las operaciones.
El periodista de The Athletic Jon Krawczynski ha expuesto los argumentos utilizados por el juez. Según el magistrado, no hay evidencias de un acto de mala fe de Taylor en la venta. Sobre todo porque la toma de posesión por parte de Rodríguez y Lore va a ser paulatina, ya que tendrán que esperar hasta 2023 para ser titulares de la propiedad. En principio, los compradores solo obtendrán un 20%, por lo que la queja del demandante pierde sentido de cara al jurado. Los propietarios minoritarios tienen margen de maniobra suficiente para decidir sobre el futuro de sus acciones en la organización.
Pero, aunque la venta vaya a seguir el cauce que abandonó hace algo más que un mes, la demanda de Orbach sí que hace arquear la ceja del entorno de los Timberwolves. El proceso judicial ha puesto de manifiesto la ausencia de un acuerdo legal que asegure la continuidad de la franquicia en Minnesota. Esto supone un riesgo dado que los primeros contactos entre Taylor y los compradores estaban rodeados de rumores sobre un posible traslado a Seattle. El actual dueño se encargó de acallarlos asegurando que las negociaciones ya habían tenido en cuenta ese tema. Alex Rodríguez ha asegurado que su intención no es otra que seguir con el proyecto en Minnesotta.
Lo cierto es que, después de cuantiosos intentos, la venta de los Timberwolves por una cifra cercana a los 1.500 millones de dólares está cerca de materializarse. En el momento del parón judicial, el proceso encaraba la última recta para hacerse oficial.
(Fotografía de portada de Hannah Foslien/Getty Images)