¡Sesenta veces Harden!

James Harden + noche inspirada + actuales Atlanta Hawks… y tendrás una de las actuaciones más memorables que recuerdes últimamente y en bastante tiempo. Un cuarto entero tuvo por delante La Barba para encestar los dos puntos que le separaban de su plusmarca como profesional (61 en dos ocasiones ante Spurs y Knicks)… pero Mike D’Antoni decidió que ya era suficiente… por lo que la barbaridad se quedó en 60 puntos en 31 minutos de juego.

Los Atlanta Hawks son, en estos momentos, el equipo que todos desean ver como próximo rival en el calendario. Los de Lloyd Pierce encadenaban, hasta su partido de ayer, nueve derrotas consecutivas, que ahora son diez. Y no es complicado deducir el motivo de esa racha: la peor defensa de toda la liga, con un rating defensivo de 122,1 puntos, el cual Harden en particular y Houston en general se encargaron de engrosar (158-111).

Mucho… y sin forzar

Antes criticamos critico su exceso de bote y abuso del step back 3, y antes se marca una exhibición como la de anoche: 16 de 24 en tiros de campo (66,7% de acierto), 8 de 14 en triples (57,1%) y 20 de 23 tras sus continuas e inexorables visitas a la línea de personal. A-PA-BU-LLAN-TE. A ello, pues aún le sobró algo de tiempo, añadió 8 asistencias y 3 robos de balón.

Pocos, muy pocos han sido los jugadores a lo largo de la historia de este deporte que han logrado firmar este tipo de cosas, da igual la entidad del rival. Y ya no sólo el qué, sino el en cuanto. James Harden se une a Kobe Bryant y Klay Thompson como los tres únicos jugadores en 25 años que han logrado alcanzar los 60 puntos en apenas tres cuartos.

«Es como todo lo que hace… increíble», alcanzaba a decir D’ Antoni, el culpable de que el récord no fuese a más.

«Lo que está haciendo no se ha visto jamás», añadía, por su parte, Austin Rivers. «Ha anotado 60 puntos y sin jugar el último cuarto. Dime otro jugador que sea capaz de hacer eso en estos momentos».

Con esta son ya cuatro las veces en que ha besado los 60 puntos, empatando con Michael Jordan, con quien pasa a compartir el tercer puesto de tan elitista clasificación (tras las 6 de Kobe… y las 32 de Wilt Charmberlain).

Bien secundado

Alejando el foco y volviendo de nuevo al partido, decir que los Rockets, además, no pudieron contar ni con Clint Capela ni Danuel House Jr, ambos baja por enfermedad, y habiendo perdido su socio favorito para el pick and roll, Harden forzó acción individual tras otro con el éxito y eficacia que acabamos de analizar, ante la impotencia del coach rival.

«Intentamos hacer lo que debíamos hacer sobre Harden, lo que implica colocar muchos cuerpos delante de él. Intentamos ponerle obstáculos, pero era como si, directamente, él ni sintiese que estaban allí».

En la anotación, pues no solo él, sino el roster tejano al completo estuvo en su salsa (al descanso llevaban 81 puntos… tercera vez en la historia de la franquicia que logran embocar el descanso con ochenta puntos en el saco), Ben McLemore, recuperado para la causa, sumó 24 tantos (y 13 rebotes), Westbrook 15, Austin Rivers 14 y Chris Clemons 16 en apenas un cuarto de hora.

El (colosal) tercer cuarto

Pero tenemos que seguir hablando de Harden un poco más aún. Lo sentimos. Fue su noche. Pero es que si la primera mitad se resumía en una lección local y global, el tercer periodo fue cosa de un solo hombre.

Ahí Harden anotó 29 de sus 60 puntos totales, 18 de manera consecutiva ante la mirada más o menos incrédula de sus compañeros y el Toyota Center. Cerró la noche con un +50.

Finiquitada la epopeya, por decisión unilateral de su entrenador, The Beard se dejaba caer, no demasiado exhausto, su asiento en el banquillo, con una toalla en la cabeza. Entonces el video board gigante lo enfocó a la vez que acompañaba al pie una nota, recordando a todos presentes en las gradas que sólo estaba a dos puntos de la mejor cifra anotadora de su carrera.

Harden miró a la pantalla y fingió sorpresa y decepción a la vez, mientras podía leerse en sus labios «I was so close…» (He estado tan cerca…).

Obviamente había connivencia, o cuando mínimo aprobación, en dejar las cosas así. Ceteris paribus y a otra cosa. Harden adora anotar como ninguno, pero le gusta todavía más ganar. Anoche el trabajo estaba hecho en ambos sentidos, y era turno de dar minutos a los suplentes –»Jugamos muy bien durante tres cuartos, por lo que era la oportunidad de dar minutos a los otros chicos que también se lo han ganado»–.

El protagonismo, no obstante, era todo suyo ya. No importaba lo que pudiese pasar en los 12 minutos restantes. Hoy hablaríamos solo de él. Pues, tras guiones así, ¿queda hueco, acaso, para hablar de los 37 puntos de Trae Young y su 10 de 16?

(Fotografía de portada de Tim Warner/Getty Images)


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