Tras registrar contra Sacramento su novena derrota en los últimos diez partidos Mark Daigneault, entrenador de Oklahoma, respondió a las cuestiones de la prensa sobre el estado de Shai Gilgeous-Alexander. «Tiene un dolor severo en la planta del pie» decía el técnico en relación a la lesión que mantiene parada a su principal estrella desde el pasado 24 de marzo. Las palabras de Daigneault no aseguraban una ausencia definitiva para este curso, pero apuntaban a ella. «No vamos a poner en riesgo el largo plazo».
Las declaraciones reman en la misma dirección que la franquicia decidió tomar hace semanas con la decisión de dejar a Al Horford fuera de los partidos. Los Thunder enfocan este tramo final claramente a dar rodaje a unos jóvenes necesitados de minutos para convertirse en activos útiles para el proyecto. Su entrenador, quizás de manera inocente, apuntaba a otro departamento. «Yo no me ocupo de esos detalles, son cosa del cuerpo médico. Pero hasta que no reciba una llamada que me diga ‘el chico está listo para jugar y no comprometer su futuro’ vamos a ser muy cautos con él». Es decir, que el rendimiento deportivo inmediato no está entre las prioridades de la organización.
Shai tan solo ha disputado 32 partidos esta temporada, con un rendimiento que demuestra que no necesita jugar más minutos intrascendentes. A sus casi 23 años, el base ya es el jugador más valioso de Oklahoma, probándolo incluso en los playoffs de la temporada pasada. Seguramente sea uno de los protagonistas del futuro que dibuja Sam Presti con las 34 rondas del draft que acumula para los próximos siete años, y ponerle en riesgo no parece una opción.
(Fotografía de portada de Michael Reaves/Getty Images)