A estas alturas nadie va a discutir que estamos ante el mejor Aaron Gordon desde que llegara a la NBA en 2014. En su cuarta temporada como profesional, el de los Magic está incrementando de manera portentosa su producción ofensiva. Anoche, otra muestra, con 40 puntos ante los Thunder, su segunda mejor marca del curso y su segunda mejor marca como profesional. Además, 15 rebotes y victoria de Orlando (121-108). OKC, perdido en el Oeste.
Se trata de la tercera derrota seguida de los Carmelo Anthony, Paul George, Russell Westbrook y compañía. A Oklahoma le cuesta dar la talla. Ayer, resistió hasta el tercer cuarto. Un triple de Carmelo, mediado el tercer parcial, colocaba el 70-71 para los Thunder. Desde ahí, caída libre, con los Magic, y Gordon, apretando el acelerador.
Gordon, precisamente, dejó además de los 40 puntos, algunas acciones de puro espectáculo, como un mate lateral para superar la defensa de Anthony u otro en la segunda mitad sin oposición y que engrosará las listas de mejores jugadas de la noche NBA.
Aaron Gordon scores 40 PTS & grabs 15 REBS in the @OrlandoMagic home win! #PureMagic pic.twitter.com/iuT3IGB6Lb
— NBA (@NBA) 30 de noviembre de 2017
Westbrook, el mejor del ‘Big Three’
Mejor anotación de la 2017-18, con 37 puntos. Si hablamos de mates, él también dejó alguno. Antes de la velada se le veía motivado, bailando al ritmo de la música del pabellón. Y el dorsal 0 de los Thunder rindió, con esos citados 37 tantos, y 11 rebotes, 5 asistencias y 5 robos de acompañamiento. Pero nada. Las reuniones del vestuario de Oklahoma, todas esas pequeñas conjuras para salir de la situación, no sirven. Los Thunder, 8-12 de balance, no le ganan a casi nadie, y menos fuera de casa, donde con 2-9 son uno de los planteles más flojos de la competición.
Los playoffs están para OKC a 1,5 partidos. No parece nada alarmante la distancia, ni estamos hablando de algo que no se pueda remontar. Sin embargo, el problema no es tanto ver dónde y cómo caminan por el Oeste, sino las sensaciones arrojadas, de equipo flojo con el que cualquier rival puede hacer caja.