Esta noche tendrá toda su atención concentrada en vencer en el Game 2 a los Cleveland Cavaliers y poner las Finales con un contundente 2-0. Pero en estos días, algo tan importante como lograr su segundo anillo (consecutivo) no es lo único que ocupa la cabeza y mente de Stephen Curry.
Hay algo más que repiquetea en los pensamientos de este tirador sin igual. Tras Cleveland llega el verano; y el verano 2016 para cualquier jugador de baloncesto de élite significa Río de Janeiro 2016. Los Juegos Olímpicos y toda la actual controversia que conllevan. Pero no es el virus Zika, lo que genera dudas en Curry.
Hace unas semanas aseguraba que ir a Brasil era un deseo y un honor ya que nunca ha disputado unos JJ.OO, pero ahora, con la temporada en su estertor y con su físico en la reserva, no lo tiene tan claro. «No tengo ni idea», ha dicho para NBA.com. «El objetivo todavía es estar en el equipo olímpico si esa es la mejor decisión para mí. Me estoy dejando algo de margen porque todavía no sé lo que va a ocurrir. Pero en un par de semanas lo sabré a ciencia cierta».
La rodilla
Y es que Curry es el MVP de la temporada y ahora se encuentra casi totalmente recuperado y con la capacidad de rendir a gran nivel en las Finales. Pero hace no tantos días se dudaba si estaba siquiera al 70% de su plenitud física, y como el general manager de los Warriors, Bob Meyer, ha afirmado, pensó entonces que su lesión de rodilla era tan seria que significaba el adiós de Curry a los Playoffs.
Steph lo ha jugado prácticamente todo en regular season (79 partidos) a razón de 34,2 minutos el partido. Llegadas las eliminatorias lo pagó. Ante los Blazers vino el susto y tuvo que abandonar las pistas hasta el Game 4. Frente a los Thunder también ha sufrido y no se le ha visto con la frescura habitual. Quizás para una temporada 2016-17 adecuada, sacrificar Río se convierta en una opción más que a considerar.