La victoria que los Celtics lograron por 94-102 ante los Suns tuvo un cierto regusto agridulce cuando Marcus Morris tuvo que dejar el partido en el tercer cuarto tras sufrir un esguince en el tobillo derecho.
Tras un lance con Troy Daniels mientras intentaba un triple, Morris se hizo daño en el tobillo. Y aunque lanzó los tres tiros libres correspondientes a la falta de Daniels, después se decidió que abandonase el encuentro.
Afortunadamente, las pruebas que se le realizaron tras el partido descartaron cualquier rotura, lo que supone un alivio para unos Celtics que ya han sido demasiado castigados por las lesiones.
“Veremos cómo va respondiendo”, afirmó su entrenador, Brad Stevens. El mismo Morris quiso quitarle hierro al asunto después, al señalar que “estaré fuera un par de días, pero no creo que sea nada para largo plazo”.