La recuperación de T.J. Warren ha progresado a un ritmo más lento de lo esperado inicialmente. El alero no disputa un partido oficial desde el pasado 29 de diciembre de 2020 debido a una fascitis plantar que arrastraba desde la anterior campaña. Una lesión que terminó derivando en una fractura por estrés y el consiguiente paso por el quirófano.
Si bien las previsiones iniciales avistaban su recuperación coincidiendo con el arranque de la temporada 2021-22, los constantes contratiempos han evitado escenario. De hecho, Warren mantiene su estatus como baja indefinida, aunque parece que poco a poco empieza a ver la luz al final del túnel.
Según ha informado el periodista Scott Agness, el jugador ha dejado de necesitar una bota ortopédica para caminar y los resultados del último escaneo son prometedores. El entrenador jefe de los Pacers, Rick Carlisle, señaló que su regreso no es inminente pero que este afronta ya su recta final. «Serán semanas, no días», afirmó el head coach.
Warren fue uno de los principales nombres de la burbuja de Orlando en 2020, donde promedió 31,0 puntos en seis partidos. Por lo tanto, su regreso supondrá una importante noticia para unos Pacers que han comenzado el curso con un balance negativo de tres victorias y seis derrotas.
(Fotografía de portada de Ashley Landis-Pool/Getty Images)