Con paso firme. Minnesota pasó por Salt Lake City como un ciclón para sumar su quinta victoria en los últimos siete encuentros y de paso seguir apretando la clasificación en la Conferencia Oeste. Los Timberwolves se impusieron a Utah por 80 a 107, un marcador que resume cómo fue el encuentro.
53 puntos en 36 minutos
El conjunto de Tom Thibodeau apretó en defensa de la forma en la que gusta a su entrenador y no permitió que los Jazz alcanzasen los 20 puntos en ninguno de los tres primeros cuartos. 16, 19 y 18 puntos fue el bagaje de Utah en cada uno de los tres primeros periodos, cifras con las que es prácticamente imposible ganar un partido en la actual NBA.
“Ahora queremos trabajar más en defensa”, dijo Andrew Wiggins, autor de 20 puntos, a Associated Press. “Lo hemos hecho mucho en los entrenamientos y las sesiones de tiro. Creo que es como la memoria muscular ahora mismo y está empezando a fluir”. Karl-Anthony Towns fue el máximo anotador del encuentro con 21 puntos y 15 rebotes en el que fue su 46º doble-doble de la presente campaña.
Por los Jazz, quienes perdieron 14 balones y se quedaron en un 38,9 por ciento en la efectividad de los lanzamientos, Dante Exum fue su líder en puntuación con 15 tantos y Gordon Hayward aportó 13, prácticamente la mitad de lo que viene siendo su media de la temporada y lejos de los 25,5 puntos que promedió en febrero.
Ampliando la rotación
En otros entrenadores no sería algo que destacar, pero en el caso de Tom Thiboddeau merece su párrafo de atención. Ayer los Wolves jugaron con una rotación bien reconocida de hasta nueve jugadores, además de los cinco minutos que participó Cole Aldrich.
Thibs siempre ha sido tachado como un técnico rácano a la hora de manejar rotaciones, siendo especialmente cortas en sus equipos y sobrecargando más de lo convenido a ciertos jugadores. Se le criticó de ello en los Bulls, y parecía que venía con instintos similares a Minneapolis.
De hecho, hasta el momento, su Baby Big Three rondaba cada uno los 37 minutos por partido. Ahora, con la baja de uno de ellos para lo que resta de temporada, Zach LaVine, se abrían nuevas sendas; Thibs se está desenvolviendo bien. Pekovic ha cerrado capítulo en Minny, y Lance Stephenson no vio consolidado su contrato de diez días a pesar de su buen impacto inicial; el coach cuenta realmente con un disponible de 13 jugadores.
El más beneficiado sin duda con la baja de Zach es Tyus Jones, denostado hasta hace poco. Anoche jugó 17 minutos —está en una media de 19 en los diez últimos partidos— compartiendo tiempo en pista tanto con Ricky Rubio como Kriss Dunn, los otros dos bases del equipo.
Nemanja Bjelica es otro que finalmente ha irrumpido en la pizarra de Thibs, 32 minutos anoche. Y Brandon Rush ha demostrado que a base de 3&D podía hacerse un hueco y lo está haciendo ya como titular habitual, 24 minutos ante los Jazz. Ayer Towns y Wiggins volvieron a ser los jugadores de los Wolves con más carga de minutos, pero con 35 y 31 respectivamente; ligeras diferencias que el cuerpo agradece.
Obviando a Jordan Hill y Adrian Payne, todos se sienten cada vez más involucrados en Minnesota. Y la clasificación lo está notando.