Andre Drummond nos tiene acostumbrados a acciones así, y desde la primera noche ha hecho gala de su espectacularidad. Un brutal mate en el que Timofey Mozgov sólo pudo hacer de espectador.
Andre Drummond nos tiene acostumbrados a acciones así, y desde la primera noche ha hecho gala de su espectacularidad. Un brutal mate en el que Timofey Mozgov sólo pudo hacer de espectador.