La posición de tercer pívot de los Cavaliers sigue siendo maldita. Tristan Thompson y Channing Frye, los dos jugadores habituales en esta posición para su entrenador Tyronn Lue, se han mantenido relativamente sanos durante toda la temporada, pero la pieza de «seguro» ante lesiones que los Cavs querían tener en el banquillo no para de sufrir contratiempos. El último en caer ha sido Walter Tavares, firmado al final de la temporada regular.
Un caro calentamiento
El pívot caboverdiano sufrió una fractura en la mano derecha durante un partidillo informal entre reservas disputado antes del entrenamiento del jueves. Esta lesión, confirmada tras someterse el viernes a rayos X, le dejará por un tiempo indefinido fuera de las canchas. Si bien «Edy» Tavares no había jugado todavía ningún minuto en playoffs (ni siquiera había entrado en ninguna convocatoria de 13 jugadores), su baja complica los planes de Ty Lue en caso de lesión de alguno de sus interiores.
Firmado el 12 de abril, los Cavaliers hicieron debutar a Tavares, ex-jugador de los Hawks y mejor jugador defensivos del año en la D-League con los Raptors 905, en su último partido de temporada regular contra Toronto, acabando con 6 puntos, 10 rebotes y 6 tapones en un partido en el que Cleveland descansó a sus estrellas. Desde entonces, ha sido «sparring» en los entrenamientos y espectador de lujo en los partidos de sus Cavs.
Lesión, lesión, mala forma, lesión
Su lesión se suma a las de otros pívots que han pasado por Cleveland esta temporada, empezando por un Chris Andersen que sufrió un desgarro de ligamento cruzado en su pierna derecha en diciembre. Sin «Birdman», los Cavs dejaron descubierta esta posición hasta hacerse en marzo con el fichaje de lujo de Andrew Bogut, recién cortado por los Mavericks. Pero la etapa del australiano duró menos de dos minutos, fracturándose la tibia izquierda en su debut con Cleveland.
El siguiente fue Larry Sanders, quien salió de su retiro de más de dos años para firmar con los Cavs. Pero su oxidado estado de forma acabó con sus opciones, prefiriendo los vigentes campeones traer a un jugador con más rodaje para completar la plantilla. Walter Tavares fue su elección, pero de nuevo sucumbió a una maldición que, al menos, no ha afectado todavía los pívots habituales de Cleveland.