La espera llega a su fin. Zach LaVine, quien llevaba 11 meses alejado de las canchas por un desgarro en el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, jugará su primer partido con Chicago Bulls este sábado 13 de enero contra Detroit Pistons, tal y como ha anunciado el vicepresidente ejecutivo del equipo, John Paxson.
Regresa pero lo hace con las lógicas restricciones. El base-escolta no podrá disputar más de 20 minutos por noche y en ningún caso estará disponible para jugar partidos en dos noches consecutivas.
January 13: Scheduled for lift-off! pic.twitter.com/pNz4kbik1I
— Chicago Bulls (@chicagobulls) January 9, 2018
Los de Illinois lo han anunciado y LaVine no puede sino sentirse feliz por poner punto y final a tan larga ausencia. «Cuando me enteré sentí algo así como mariposas en el estómago. Me emocione», admite a Chicago Tribune en una ilusión que comparte con su entrenador, Fred Hoiberg. «Llevamos tiempo esperando este momento. Estamos emocionados y sus compañeros de equipo están entusiasmados. Ahora toca ser pacientes con este proceso».
Jugador clave
Aterrizado en Chicago como parte del traspaso que llevó a Jimmy Butler a Minnesota, este nº13 del Draft de 2014 aparece en Illinois tras firmar la mejor temporada de su carrera, una en la que alcanzó un promedio de 18,9 puntos, 3,4 rebotes y 3 asistencias. En los Wolves tenía por delante a Andrew Wiggins y Karl-Anthony Towns. Ahora, en la Ciudad del Viento, tendrá sitio de sobra para dar rienda suelta a su talento.