Si ayer hablábamos de enormes retornos como los de Kawhi Leonard o Jamal Murray, hoy nos detenemos en el de otro fantástico jugador que debe hacernos disfrutar (y mucho) durante la temporada que se avecina: Zion Williamson.
La estrella de los Pelicans no juega desde el final del curso 2020-21. Aunque en aquel momento se pensaba que estaba sano, justo antes de comenzar el training camp nos enteramos de que había pasado por el quirófano por una fractura en el pie. El equipo no habló de tiempo de baja y posteriormente se entendió que era cuestión de semanas. Nada de eso. Finalmente se perdió toda la temporada con la idea de que estuviese plenamente recuperado para la 2022-23. ¿Lo está? Según sus propias palabras se siente mejor que nunca.
La primera prueba de ello, o mejor dicho, el paso inicial para demostrarlo, llegó anoche. Los Pelicans abrieron sus amistosos de pretemporada enfrentándose a los Bulls en el United Center. Se llevaron el partido por 125-129, pero más importante fue ver a Zion en pista por primera vez en casi año y medio. Fueron solo 15 minutos, pero en tan corto periodo logró firmar 13 puntos y 4 rebotes. El jugador franquicia de la organización de Luisiana está de vuelta.
¿Año del despegue definitivo?
Es lo que no pocos esperan. Este verano cerró su continuidad a largo plazo con los Pelicans merced a una extensión por el máximo salarial y es hora de que haga gala de ese estatus de jugador franquicia. Cuando ha estado en pista desde que fue elegido como número 1 del draft de 2019 ha sido espectacular, pero por el camino se ha perdido demasiados partidos. Necesita regularidad para establecerse como uno de los mejores jugadores de la NBA y marcar época.
(Fotografía de Michael Reaves/Getty Images)