La perdurabilidad de Andre Iguodala se ha convertido casi en una tradición anual en la NBA. Desde que recalara en Golden State Warriors en 2013, el veterano jugador ha mantenido un rol de valiosa pieza de complemento en un equipo que lucha por el anillo. Previamente había mostrado su versión más física y explosiva en Filadelfia y, muy brevemente, en Denver. Sin embargo, como todo, también presenta una inevitable fecha de caducidad.
Después de diversos rumores, amagos y cábalas, el tres veces campeón de la NBA ha puesto fecha a su retirada. «Me queda alrededor de uno o dos años», declaró el alero al USA Today. «Hablo en serio esta vez. No me quedan más de dos años de juego.»
Iguodala se encuentra inmerso en el último año del contrato firmado por los Warriors en 2017 a razón de tres temporadas y 48 millones de dólares. La franquicia de la Bahía lo traspasó a Memphis Grizzlies el verano pasado a cambio de una generosa trade exception por valor de 17,2 millones. Justo antes de la fecha límite del mercado de febrero fue enviado a Miami sin haber debutado para, inmediatamente, firmar una extensión de contrato por dos años que incluye una team option.
Por lo tanto, los eventuales planes de jubilación de Iguodala coinciden con la finalización de dicho nuevo contrato, en la que sería su 18ª temporada en la NBA. Mientras tanto, el jugador, a sus 36 años, enfocará toda su atención en ayudar a unos Heat que buscan codearse con la élite de la Conferencia Este.
El entrenador Erik Spoelstra ha compartido su satisfacción con el rendimiento de Iguodala, cuyo rol es muy similar al que cumplió en los Warriors junto a Stephen Curry, Klay Thompson, Kevin Durant y Draymond Green. «No se puede analizar su juego de una manera concreta. Puede impactar de muchas formas diferentes para que su equipo logre ganar», explicó el técnico. «Tienes que tenerlo en tu vestuario y verlo en la cancha para entender lo importante que es. Cada entrenador de esta liga reconoce en él a un ganador pues hace muchas cosas que permiten ganar.»
Aún así, Iguodala ha encontrado notables diferencias entre las formas de ver el juego y la planificación por parte de cada una de las dos franquicias. El alero ha tenido que adaptarse a un estilo muy distinto al que estaba acostumbrado en Golden State. Los Warriors afrontaban entrenamientos mucho más ligeros debido a la cohesión ya existente en la plantilla y las largas temporadas que enfrentaban. En Miami, Iguodala se ha expuesto a entrenamientos más duros y sesiones de vídeo más numerosas con el objetivo de acelerar el desarrollo de la joven plantilla. «Adoptan dos enfoques diferentes. Ninguno es incorrecto. Están tratando de llegar al mismo lugar.»
El MVP de las Finales de 2015 aprovechó los cuatro meses que duró la suspensión de la temporada para afinar su estado físico. Dietas estrictas, visitas a la sala de pesas y clases de boxeo fueron algunas de las medidas tomadas por el jugador para afrontar su regreso al mejor nivel posible. Spoelstra agradeció esta implicación y aseguró que Iguodala está mucho más adaptado al sistema y la filosofía de los Heat. «Es uno de los jugadores con mayor IQ que he entrenado. Disfruto con esta oportunidad de poder entrenarlo», reconoció el head coach de los de Florida.
Mientras tanto, el jugador admitió que todavía le quedan detalles por pulir. «Tengo días buenos. Pero también días malos. Todavía estoy probándome.» En sus seis partidos en Orlando promedia 5,8 puntos, 4 rebotes y 3,8 asistencias en 24 minutos por velada.
(Fotografía de portada de Ashley Landis – Pool/Getty Images)