Ayer mismo los Portland Trail Blazers celebraron la presentación de Chauncey Billups como nuevo entrenador jefe de la franquicia. Desde la marcha de Terry Stotts el pasado 5 de junio, el exjugador ha sido uno de los principales candidatos a sustituirle. Pero no el único, ya que nombres como el de Becky Hammon también entraron en la terna por dirigir al equipo de Oregón. De hecho, la todavía entrenadora asistente de San Antonio Spurs era una de las máximas aspirantes al puesto. Sin embargo, parece que a los Blazers no les gustaron algunas de las informaciones que recabaron del staff de la organización texana.
Pese a ser la favorita personal de Jody Allen, propietaria de los Blazers, la gerencia terminó descartando a Hammon. Según apunta Jake Fischer en Bleacher Report, la mayoría del entorno de la franquicia había dado el visto bueno tras la entrevista con la exjugadora. Pero la información interna de los Spurs arrojaba luz sobre varios aspectos de su trabajo día a día que no encajaban con el perfil que buscaba la franquicia para construir alrededor de Damian Lillard.
Curiosamente, las últimas filtraciones apuntan al descontento de Lillard con la contratación de Billups. Durante la presentación del nuevo técnico Neil Olsen, general manager, hablaba en muy buenos términos de Becky Hammon. «Admiramos a Becky. Ha hecho un gran trabajo. Llegar hasta donde ha llegado en nuestro proceso de selección ya es un logro de por sí». Sobra decir que de meritocracia no se vive y que Hammon deberá seguir persiguiendo su objetivo de ser entrenadora principal. Ser la primera en la historia de la liga que lo hace como mujer ya ocupa un segundo plano en su agenda.
(Fotografía de portada de Ronald Cortes/Getty Images)