Por mucho que le lleguen mensajes desde Portland, por mucho que Damian Lillard o C.J. McCollum hablen directamente con él para que se enrole en los Blazers, Carmelo Anthony no se mueve en la posición que ha adoptado en los últimos tiempos. Y esa postura es la de no volver a los Knicks para la 2017/18 y fichar por Houston Rockets o incluso por Cleveland Cavaliers.
No existen más equipos a los que quiera ir Melo, quien dispone de una cláusula para anular cualquier traspaso en el que se viera inmerso. Además, Carmelo tiene un bonus por traspaso de unos 8 millones de dólares que asumiría la franquicia que firmara al jugador. Pues bien, para despejar un poco más el camino, y según informa Adrian Wojnarowski, de ESPN, Carmelo está dispuesto a renunciar a esa cantidad de dinero para facilitar su trasvase a Texas.
El problema sigue ahí en tanto en cuanto los Rockets están por encima del tope salarial y necesitan espacio económico. Las cuentas siempre cuadrarían si se deshicieran de Ryan Anderson y enviaran a New York su contrato y los 60 millones pendientes que le quedan por cobrar. Pero como ya se ha venido informando, los Knicks no quieren acuerdos de esa duración y cantidad de jugadores veteranos. Anderson dispone todavía de tres cursos por delante en su actual acuerdo
Eric Gordon, Clint Capela y Trevor Ariza
Entre los tres suman algo más de 20 millones en salarios para la próxima campaña, por lo que su traspaso, en términos económicos, sería perfecto para hacer sitio a Carmelo, quien cobrará 26,2 millones de dólares en la 2017/18. Este pack de jugadores, junto con algún otro contrato que expire en 2018, haría que Houston se deshiciera de la misma cantidad económica a pagar que la que destinaría a Anthony.
Aquí surge el problema de que los Knicks, con Scott Perry y Steve Mills trabajando en edificar un equipo joven y aguerrido, pedirían alguna pieza más de esta clase, además de Clint Capela, y algunas futuras rondas de Draft, algo que en Houston no tienen, según señala NBCSports. Aquí, volvería a entrar en juego un tercer equipo que dispusiera de esos jugadores, pero quizá exigiera, como ha hecho Portland, que la parada final de Melo fuesen ellos. Y vuelta a empezar con todo.
Los Rockets no tienen prisa y los Knicks tratarán de no mal vender a Anthony, asumiendo que esto se podría dilatar hasta la pretemporada… o más allá.
