Confusión en Brooklyn al percibir poco interés en Simmons por jugar

Las cosas son así. Ben Simmons ha sido (y está siendo) más protagonista en una temporada en la que no ha llegado a disputar un minuto que en las tres anteriores en las que fue All-Star. Desde la finalización de los playoffs de 2021, cuando pidió salir de Philadelphia, hasta el presente, siendo ya jugador de Brooklyn, han pasado 11 meses en los que su nombre no ha parado de sonar; eso sí, en escasas ocasiones con un trasfondo positivo.

El último capítulo de su particular telenovela ha llegado en los últimos días con su frustrado debut. Desde que arribase a los Nets se empezó a hablar de cuándo podría vestir la camiseta del equipo. En un principio se comentó que sería cuestión de un par de semanas, pero la aparición de una hernia discal frenó tal deseo y le convirtió en baja indefinida. Las semanas pasaban. Brooklyn sufría al caer a puestos de play-in y en el mismo sellaba su pase a los playoffs mientras Simmons seguía contemplando el devenir de los partidos desde la banda. Así estaba siendo el comienzo de su aventura en territorio neoyorquino hasta que saltaba la noticia: Ben Simmons debutaría en el Game 4 ante Boston.

No era un rumor con exceso de humo, sino algo que se daba por hecho. La fuentes eran las más reputadas posibles, Shams Charania de The Athletic y Adrian Wojnarowski de ESPN, y todos estábamos expectantes a ver qué podía hacer para ayudar a Brooklyn, que para entonces caía 2-0 contra los Celtics e iba camino de ser barrido (así terminó siendo).

Simmons comunicó que estaba listo el viernes. Curiosamente quedaban más de 24 horas para que se disputase el tercer encuentro de la serie, pero el base aseguraba no estar preparado para jugar el sábado y sí para el lunes… Era una situación extraña. ¿Sabes que estarás bien en dos días pero no lo estás aún? Sea como fuere, en Brooklyn se agarraban a la buena noticia. Era complicado –por no decir imposible– que Simmons cambiase el devenir de la eliminatoria, pero verle sobre el parqué podía insuflar ánimos tanto para el presente como para el futuro.

Los Nets se quedaron con las ganas. Boston puso el 3-0 en el marcador y horas después resonaba la noticia contraria: los problemas de espalda de Simmons habían vuelto en la última sesión de entrenamiento y no jugaría el cuarto partido (el que finalmente supuso la eliminación). Como comentábamos, a nivel de resultados su presencia no hubiese sido quizás de relevancia alguna, pero en la organización, empezando por compañeros y entrenadores, querían verle sobre la pista.

Cuando decimos que querían verle es que en cierto modo lo necesitaban. En la franquicia se tenía la certeza de que su jugador estaba plenamente enfocado en regresar en el Game 4; cuando vieron que eso no sucedería, empezaron a surgir preguntas, y es que básicamente no entendían qué había pasado en esas últimas horas para vivir ese giro tan brusco en los acontecimientos.

Según informa Shams Charania de The Athletic, en los Nets cunde la confusión. Los compañeros de Simmons no entran a valorar su dolencia, pero sí han percibido falta de interés en intentar jugar, en esforzarse por vestirse para estar con ellos y en apretar para estar en unos playoffs que se antojaban duros. Exacto, para ellos el que jugase o no estaba lejos de las estadísticas que aportase, pero sí muy cerca de enviar un mensaje de compromiso con el equipo.

En esa línea, el citado periodista señala que tanto jugadores como técnicos querían ver en Simmons cierta determinación para iniciar su carrera con los Nets, aunque esta se diese con minutos limitados o incluso sin jugar; es decir, simplemente estando preparado para el partido.

Ha sido un golpe moral, uno más para un proyecto que acumula ya tres temporadas sin el brillo esperado. Sí, en la primera campaña no estaba Kevin Durant, en la segunda se lesionaron Kyrie Irving y James Harden y en la tercera Irving no ha jugado durante mucho tiempo por no estar vacunado y Harden ha pedido el traspaso. Casi agota decirlo de carrerilla. Imaginad cómo será vivirlo 365 días al año en primera persona. Brooklyn necesita calma, y no está muy claro que esta vaya a llegar de la mano de Ben Simmons, al menos por ahora.

(Fotografia de Elsa/Getty Images)


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