Un día después de haber tenido el acceso a las Finales de la NBA en sus manos, para luego tirarlo todo por la borda y quedarse a las puertas de la gloria, los Rockets empiezan a mirar al verano, al futuro. Y lo hacen con una máxima, la de la continuidad de un proyecto con el que Houston llegó hasta el Game 7 de las Finales del Oeste, ganadas por los Warriors.
Paul y Capela
Son dos de las tres mejores piezas de la franquicia. La continuidad de la otra, James Harden, es obvia, con contrato extendido el pasado mes de julio hasta 2023. Sin embargo, los casos de Chris Paul y de Clint Capela se tratan de asuntos bien diferentes.
Paul, cuya ausencia por lesión en el Game 5 y en el Game 6 contra Golden State lastró mucho a Houston, y no son pocos los que indican que ahí estuvo la clav de la eliminatoria, acaba contrato. CP3 hizo uso de la player option en junio de 2017 cuando todavía era jugador de los Clippers. Una acción previa a su traspaso a los Rockets, que asumieron así el curso de contrato que quedaba y que ha reportado 24,59 millones de dólares al base. Paul ejerció esa opción de jugador para que los Clippers pudieran traspasarlo y obtener algo a cambio, pero perfectamente podría haber sido agente libre, algo que ya sí sucede ahora en 2018.
Y los deseos con respecto a él parecen claros en Houston. Según señala Tilman Fertitta, el dueño de la franquicia, los Rockets quieren a Paul de vuelta para la 2018-19. Así lo asegura Lainie Fritz, de KPRC Channel 2. “Tengo que firmar a Chris (Paul) y quiero mantener a Clint (Capela)”, apunta la periodista sobre las intenciones de Fertitta.
Agente libre restringido
Unos deseos que también tiene con Capela, aunque su situación contractual es diferente a la de Paul. Los Rockets, sobre el papel, tienen más margen de maniobra y la última palabra es suya. Y es que el suizo es agente libre restringido, tras salir de su contrato de novato, firmado en 2014 bajo la escala salarial de rookies. A Capela, número 25 del Draft de 2014, le pueden extender los Rockets una oferta cualificada, por un porcentaje salarial ligeramente superior al salario que tenía dentro de su acuerdo como novato. Capela ha percibido en la 2017-18 un total de 2,33 millones de dólares.
No obstante, esta oferta cualificada, que se puede extender hasta el 29 de junio, es más una herramienta de la franquicia para tener la última palabra sobre el porvenir de Capela. Y es que bajo ella, y sin la necesidad de que el pívot la firme, los Rockets disponen del derecho a igualar cualquier propuesta que pueda llegar por su hombre y retenerlo. En ese sentido, quizá deban preparar la chequera si los rumores sobre el gran contrato que le pueden ofrecer los Suns se materializan en realidad.