Parece que la prudencia va haciendo acto de presencia en Philadelphia. Tras cuatro partidos en los que el nº1 del Draft 2017, Markelle Fultz, prácticamente ha jugado con un brazo menos debido a una lesión en el hombro, ha llegado la hora de que pare para comenzar con la recuperación de su articulación.
Sin que haya informes sobre el alcance exacto de su dolencia, el periodista local de Philly Voice, Kyle Neubeck, adelanta que el base de la universidad de Washington se perderá al menos los tres próximos compromisos de su equipo; es decir, no estará contra Houston (dos veces) ni Dallas.
Lo cierto es que no conocemos qué le pasa –siempre se ha hablado de dolores en el hombro– ni de en qué momento empezaron los problemas. Sobre esto último, y sin concretar fechas, Bryan Colangelo explica que la lesión ha llegado en agosto, mes en el que Fultz habría iniciado el trabajo para cambiar la mecánica de su tiro; es decir, el problema sería la consecuencia y no la causa.
Sea ese o no el motivo, la realidad es que le hemos visto jugar y lanzar a canasta estando lesionado. Hace poco analizábamos cómo armaba el brazo en la universidad y cómo lo hacía desde el training camp. No hay comparación posible.
Lo más sorprendente es que desde hace semanas todos sabemos que está lesionado y, aun así, ha seguido disputando partidos pese al riesgo que supone para su futuro y el del equipo. No estamos en abril. Esto recién empieza y no es momento de arriesgarlo todo por demostrar que ahora, tras años de tanking, lo que importa es ganar.
¿Hasta el límite?
Casi. Durante días supimos que el hombro le molestaba y que le costaba tirar a canasta, pero ayer, para sorpresa de todos, su representante aseguraba que ni siquiera podía levantar los brazos para lanzar. Qué iban a esperar, ¿a qué directamente no pudiese moverlo? En cualquier caso es octubre y la lesión no parece que vaya a alcanzar la gravedad de sus predecesores, Joel Embiid y Ben Simmons; sin embargo, eso no les exime de haber podido hacer las cosas mejor.