Giannis Antetokounmpo nos regaló este martes una de las actuaciones más memorables en unas Finales de la NBA. El internacional puso el broche de oro con 50 puntos en el sexto partido ante Phoenix, lo que supuso el anillo para los Milwaukee Bucks y el premio al MVP de las Finales para sí mismo.
Como si su gigantesco esfuerzo no fuera lo suficientemente impresionante —recordemos que su rodilla izquierda hizo temer lo peor durante la serie ante Atlanta—, ahora ha surgido nueva información acerca de su estado de salud que solo servirá para aumentar el carácter épico que rodea su trayectoria.
Según los periodistas de The Athletic Sam Amick y Eric Nehm, la estrella de los Bucks afrontó los últimos dos partidos de la eliminatoria con un caso relativamente importante de deshidratación derivado de una afección estomacal. Tal fue la gravedad del percance que Giannis recibió tratamiento intravenoso entre el quinto y el sexto partido.
Antetokounmpo se vio obligado a abandonar su conferencia de prensa posterior al Game 5 debido al malestar físico que sufría. Regresaría media hora más tarde para completar su comparecencia después de haber anotado 32 puntos en aquel partido. Unas molestias que habrían disminuido ya en el sexto y definitivo encuentro, aunque se pudo ver al jugador griego llevándose la mano al estómago y bebiendo numerosas botellas isotónicas tras el duelo.
Un escenario que nos invita a recordar a Michael Jordan y su histórico Flu Game de las Finales de 1997. Un partido que durante más de dos décadas se atribuyó a una gripe y que, finalmente, estaría teñido de unos problemas estomacales, tal y como admitiría el propio Jordan en el documental The Last Dance.
Así, el primer campeonato de Giannis Antetokounmpo ha venido acompañado de cierta heroicidad que ayudará a impulsar todavía más la narrativa del legado que está construyendo.
(Fotografía de portada de Justin Casterline/Getty Images)