Es la hora de hacerse con uno de los nombres de la agencia libre y de optar seriamente al anillo. En los Rockets lo tienen claro y saben que la estrella que debe acompañar a James Harden hacia un paso superior en la NBA tiene que ser Chris Paul.
El interés de Houston por CP3 no es nuevo, toda vez se supo que hace unos días la franquicia texana buscaba desesperadamente liberar masa salarial para hacer hueco al jugador de los Clippers, que el 1 de julio se convertirá en agente libre sin restricciones. Ahora, con Harden abogando porque Paul llegue a Houston, las posibilidades de que el jugador de 32 años acabe a las órdenes de Mike D’Antoni son elevadas, según informa Marc Stein para ESPN.
Reunión con los Clippers
Paul y la franquicia angelina se han encontrado esta semana para hablar de un posible futuro acuerdo y han quedado en “charlar pronto”. Los californianos son los únicos en toda la competición que pueden ofrecerle a Paul el contrato máximo, de algo más de 200 millones por cinco campañas, unos 50 millones de dólares por encima del máximo de cuatro cursos que le colocarían sobre la mesa otros equipos interesados como los Spurs y los propios Rockets.
Sin embargo, aunque evidentemente el dinero tiene un peso importante en la operación, Paul estaría dispuesto a dejarse algunos millones por el camino si eso supone la posibilidad de formar parte de una plantilla candidata al anillo. Y los Rockets, con su figura, podrían serlo. Harden es consciente de ello y está aunando esfuerzos para que su franquicia le traiga a Paul, aunque los de Texas también tienen en el punto de mira a Paul George, por el que habrían preguntado a Indiana, y a Blake Griffin, Paul Millsap y Kyle Lowry.
“Seguiremos mejorando nuestro roster”, afirmó a ESPN justo después de las Finales 2017 Daryl Morey, general manager de los Rockets, que aseguró que los Warriors no eran “invencibles. Tenemos un as en la manga”. ¿Será ese as Chris Paul?