La NBA no desiste en su idea de que los aficionados pueden regresar a los pabellones de la liga durante el inminente curso 2020-21. La organización ha enviado un documento a los 30 equipos con el protocolo de seguridad a seguir en los encuentros con afluencia de público, según ha informado el periodista Shams Charania.
Los aficionados sentados a menos de diez metros de distancia de la cancha deberán presentar una prueba de coronavirus negativa dos días antes del partido o un resultado negativo de una prueba rápida realizada el mismo día del encuentro. Todos los aficionados mayores de dos años deberán usar mascarilla, cumplir con el distanciamiento establecido y completar formularios médicos.
Además, no se permitirá el consumo de alimentos ni bebidas a estos espectadores más próximos al parqué. Mientras, los equipos tendrán la opción de instalar una pantalla protectora detrás del banquillo y la zona técnica.
Del mismo modo, las suite de lujo solo podrán registrar un aforo del 25% de su capacidad y no requerirán ningún tipo de pruebas. En caso de que se hagan los test oportunos, la capacidad podría aumentar hasta el 50%. Este requisito también se cumpliría si la tasa de positividad por COVID-19 del condado es menor al 3% o si el promedio de nuevos casos en los últimos siete días no supera la barrera de los diez por cada 100.00 habitantes. Cabe recordar que el alquiler de cada una de estas zonas premium supone unos ingresos para las franquicias de entre 4.000 y 8.000 euros por noche.
No obstante, todas estas medidas dependerán de las propias regulaciones de salud pública locales. Un buen espejo sería la NFL, donde algunos campos han permitido el acceso a aficionados mientras que en otros se mantienen todas las restricciones.
Así, la NBA sigue esclareciendo el formato y las particularidades de una temporada 2020-21 que intentará sobrevivir de la mejor manera posible a una pandemia mundial que sigue azotando con fuerza a la población.
(Fotografía de portada de Christian Petersen/Getty Images)