El mejor de los escenarios posibles plantea una temporada 2020-21 de 82 partidos repleta de aficionados. Como ha sido siempre hasta que la pandemia por el COVID-19 hiciera tambalear los cimientos de la competición. Pero el virus no ha desaparecido y seguirá limitando los ingresos y el desarrollo de la NBA.
La burbuja permitió que la liga evitara un incremento de sus pérdidas en otros 1.500 millones de dólares, pero la sangría financiera se prolongará un curso más. Desde el seno de la competición asumen que el nuevo curso arrancará sin público por lo que esperan que este sea un año de transición hacia la normalidad.
Así, desde Yahoo Sports señalan que el enfoque que plantea Adam Silver es concluir la temporada 2020-21 en un tiempo razonable para que el calendario regrese a sus estándares habituales. Así, las fechas del draft, la agencia libre y la temporada baja no se modificarían con la idea de iniciar el curso 2021-22 en octubre.
Esto profundizaría en la idea que ronda la competición de que la nueva temporada comenzará «más pronto que tarde.» La fecha que se baraja es el 18 de enero, coincidiendo con la celebración del Martin Luther King Day, aunque el periodista Bill Simmons sugiere incluso que podría adelantarse hasta el Día de Navidad.
Así, la NBA asume que el curso 2020-21 se verá afectado independientemente del momento en el que dé el pistoletazo de salida, por lo que todos los esfuerzos se concentrarían en facilitar el correcto funcionamiento de la siguiente. Pero incluso si la temporada comenzara en diciembre, esto supondría un desfase de dos meses que Adam Silver tendría que solucionar. De momento, son varias posibilidades las que se barajan: reducir el número de partidos, disminuir el descanso entre los mismos, concentrar los encuentros en zonas geográficas para limitar los viajes o incluso comprimir aún más la agencia libre.
De este modo, no sería descabellado pensar que quizá sea necesario más de un año para regresar a la normalidad. Reducir partidos se topa con el muro de los acuerdos televisivos y un descenso del tiempo de descanso puede repercutir en un mayor número de lesiones. Así, muchas son las decisiones que se deberán tomar en las próximas semanas.
(Fotografía de portada de Jeenah Moon/Getty Images)