Pese a que su traspaso a los Nets se antoja cada vez más improbable, el futuro de James Harden parece seguir estando lejos de Houston. En las últimas semanas se ha filtrado que el jugador ha empezado a ampliar su lista de destinos deseados, y entre la liga comienza a existir la sensación de que su destino más probable ya no es Brooklyn, sino Philadelphia. Así lo asegura Marc Stein, periodista del New York Times, que señala sin embargo que ambas franquicias están ahora mismo lejos de entenderse.
Según lo que ha podido saberse, el principal motivo por el que los Rockets no llegaron a un acuerdo con los Nets es porque, si aceptan dejar salir a Harden, quieren hacerlo recibiendo a cambio a una joven estrella que pueda ser la base de un nuevo proyecto, y no consideraron que los neoyorquinos pudiesen ofrecer a nadie que encajase en ese perfil. Los 76ers, por contra, cuentan con un jugador como Ben Simmons que se amolda a la perfección a dicha descripción, pero a quien no tienen ninguna intención de incluir en las negociaciones. Esto imposibilita por ahora cualquier tipo de acuerdo, pero Stein señala que diversas fuentes de la liga esperan que ambas franquicias acaben encontrando la forma de salir de este punto muerto.
Philadelphia cuenta además con la teórica ventaja de tener en sus oficinas a Daryl Morey, ex general manager de Houston, cuyos contactos con la franquicia texana podrían facilitar las negociaciones. Con todo, no se espera que nada se concrete de forma próxima, ya que los Rockets tienen intención de arrancar la temporada con Harden en su plantilla y no están dispuestos a precipitarse a la hora de firmar su salida. Por ahora, como en las últimas semanas, no queda otra opción que seguir esperando.
(Fotografía de portada: Pool/Getty Images)