Boston sigue ansioso de encontrar a la estrella que pueda convertir a su equipo en un candidato al campeonato. Jimmy Butler y Paul George han sido objetivos recientes y notorios de la franquicia verde, pero la caza también apunta al Oeste, en la casa de un viejo conocido. Según ESPN, los Celtics han tenido contactos intermitentes durante las últimas semanas con los Clippers de Doc Rivers por el traspaso de Blake Griffin.
Los riesgos para Boston
La situación del equipo angelino con el ala-pívot es compleja, con su contrato a expirar en 2017 y con la perspectiva de una pelea por el campeonato complicada por las lesiones de sus estrellas, primero la del propio Griffin, y actualmente la de Chris Paul. Eso sí, los Celtics solo darían luz verde a este acuerdo si pueden sondear directamente las intenciones de Blake Griffin de renovar con Boston, algo que solo podrían hacer con permiso previo de los Clippers.
A cambio, la franquicia presidida y entrenada por Doc Rivers buscaría tapar su principal carencia (el puesto de alero) con Jae Crowder, añadir a uno de los exteriores defensivos de Boston (Avery Bradley o Marcus Smart) y quedarse con alguna de las preciadas rondas del draft de Boston, incluyendo las de los Nets de 2017 y 2018. Un alto precio a pagar que solo compensaría a los Celtics con una garantía de que Griffin no cambiaría de aires en julio.
Un jugador codiciado
Por ese motivo, las perspectivas de ver a Blake Griffin vestido de verde a partir del jueves son escasas, pero indirectamente los Celtics también empiezan a posicionarse por él de cara al próximo verano. El ala-pívot, tras una accidentada 2015-16, ha recuperado su mejor nivel esta campaña, pese a que una lesión de rodilla le dejó sin opciones para el All-Star. En esta temporada, Griffin promedia 21,9 puntos, 8,8 rebotes y 5,0 asistencias (máximo de carrera).