Tras un primer desafortunado paso por Los Ángeles Lakers, Brandon Ingram ha conseguido reconducir de forma exitosa su carrera en los Pelicans. La ciudad de New Orleans le ha venido como anillo al dedo al que en su día fuera la segunda elección del draft de 2016. Se trata de ese tipo de jugador que parece encontrarse mejor en franquicias con mercados pequeños.
Y no solo porque esté más a gusto trabajando sin tanta exigencia y presión, sino porque el trato de la ciudad y la propia franquicia son mucho más cercanos. Un aspecto que, debido a sus orígenes humildes, Ingram valora mucho. Este cambio le ha hecho un jugador mejor, capaz de desarrollar su talento y coger galones en un equipo que tiene muy buena pinta de cara al futuro, creando así un entorno perfecto para que su carrera diese ese gran salto que siempre se había esperado de él.
Esta temporada 2019-2020 se ha echado el equipo a la espalda y no solo ha sido el máximo anotador de los Pelicans sino que ha estado en el top 5 en puntos, rebotes, asistencias, robos y tapones. Unos registros que le han valido para ser elegido el Most Improved Player de este curso NBA y para consagrarse como estrella en el All-Star Game. Según Will Guillory de The Athletic, este buen rendimiento ha impulsado a que los Pelicans estén convencidos de ofrecerle un gran contrato.
Así, es cuestión de tiempo que la franquicia de Louisiana le ofrezca una nueva firma. Su buena adaptación a jugadores indispensables en el proyecto como Zion Williamson ha hecho que la gerencia no dude en apostar por él. No obstante, esta renovación se podría ver frustrada temporalmente por una hipotética reducción del tope salarial con motivo de la COVID-19. No obstante, esto no debería condicionar excesivamente a los Pelicans, quinto equipo con menor cantidad de dinero comprometida para la temporada 2020/2021 y el cuarto para la 2021/2022.
(Fotografía de portada de Ashley Landis – Pool/Getty Images)