La firme de decisión de Andrew Wiggins por no vacunarse contra el COVID-19 ha creado bastante revuelo alrededor de los Golden State Warriors. Incluso Stephen Curry se pronunciaba sobre el problema que supone la situación para la franquicia, que podría estar sujeta a dejar de contar con su jugador durante buena parte de la temporada. El hecho de que en San Francisco la ley estipule la necesidad de estar vacunado para acudir a eventos públicos, hacía pensar que quizás los Warriors optarían por buscar acomodo a Wiggins para evitar dicha lista de inconvenientes. Pero las últimas informaciones filtradas en el podcast de The Athletic desvelan que traspasar al jugador no es una opción.
Wiggins ha estado en el disparadero de traspasos por cuestiones deportivas, pero parece que si termina saliendo, lo sanitario no tendría ningún peso. De momento, el jugador ha entrenado con el grupo durante el primer día del training camp, pero Kerr y el resto de la organización no han actualizado su situación médica. Su negativa no está libre de coste, ya que le supondrá la renuncia a 15,79 millones de dólares de su salario referentes a los partidos que el equipo juegue como local. Wiggins acepta el pago de buen grado mientras dice mantenerse fiel a sus creencias.
En medio de la refriega, la NBA ya ha publicado sus planes de cara a tratar con los jugadores que no se vacunen. Si bien seguirá sin suponer una obligación, todo no-vacunado no podrá compartir espacios comunes con el equipo en la mayoría de actividades que estos realicen, además de seguir siendo sometidos a test diarios.
(Fotografía de portada de Ezra Shaw/Getty Images)