Desde su ascenso a la gerencia de los Boston Celtics, Brad Stevens ha mostrado una agresividad en la toma de decisiones inaudita en las últimas temporadas de la franquicia. Los traspasos de Kemba Walker o Tristan Thompson demuestran que el exentrenador está empeñado en dejar atrás las malas sensaciones de la pasada temporada. Aunque actualmente la situación de los Celtics apunte a la falta de espacio de maniobra, Stevens promete guardar unas cuantas sorpresas. Entre ellas, el posible traspaso de Marcus Smart.
El exterior es desde hace unos años uno de los favoritos del TD Garden por su arrojo en cancha. Sin embargo, con un año restante en su contrato, la franquicia podría intentar sacar algo a cambio antes de perderle por nada en la agencia libre de 2022. La filtración parten de la supuesta valoración que Stevens hace del que hasta hace poco era su jugador. Según cuenta Chris Mannix en Sports Illustrated, el ahora general manager está bastante a disgusto con el juego de Smart, el cual tilda de «impredecible». Las recientes llegadas de Josh Richardson y Kris Dunn elevan la competencia en los puestos de base y escolta que Smart suele ocupar, por lo que Boston juega con red de seguridad en esas posiciones.
En el mismo artículo, Mannix desvelaba una conversación con un ejecutivo anónimo de la Conferencia Este que tasaba a Smart en «una primera ronda y un jugador de rotación». Así, los Celtics buscarían un perfil similar a Marcus por un precio inferior a los 14 millones de dólares que le quedan por percibir y que les dejase un mayor espacio salarial de cara a futuros movimientos. En los últimos años, la ya extinta era de Danny Ainge se ha caracterizado por no terminar de apretar el gatillo por el miedo a desprenderse de jugadores ‘de la casa’. A Stevens parece importarle poco que Ime Udoka defina a Smart como «jugador fundacional» si lo que está en juego es una mejora sustancial de la plantilla. Aunque aún no haya demostrado nada, está claro que la cultura reciente de los Celtics está a punto de cambiar.
(Fotografía de portada de Adam Glanzman/Getty Images)