Empiezan a echarse en falta sus mates antigravedad y sus ataques de anotación compulsiva en suspensión. Hace ya casi ocho meses desde la última vez que vimos a Zach LaVine en efervescencia, pero su ligamento cruzado está casi reparado por completo. No se han atajado plazos en la recuperación del shooting guard, cuya vuelta física en plenitud es básica para poder explotar lo mejor de su juego.
El jugador de los Chicago Bulls, aún sin debutar con su nuevo equipo, estará de vuelta a los entrenamientos con contacto desde la semana próxima, informa K.C. Johnson, del Chicago Tribune. A partir de ahí será su entrenador, Fred Hoiberg, quién decidirá cuando está listo para recibir sus primeros minutos oficiales esta temporada.
Los Bulls, inmersos en plena reconstrucción, son últimos de su conferencia, con un balance de 2-8. El único cometido de la franquicia en esta campaña, además de rezar por un buen pick en el Draft, es el de desarrollar a sus jóvenes. Dunn, Markkanen, Portis, Valentine.. y LaVine.
Dirección que, por cierto, están dejando clara desde el cuerpo técnico. Hoiberg ya ha anunciado que cuando vuelva Nikola Mirotic, lo hará desde la suplencia, manteniendo a Lauri Markkanen como su ‘4’ titular.
Todo el futuro por delante
El escolta sólo tiene 22 años, pero es un precoz de su generación. El curso pasado, su tercero en la Liga, promedió 18,9 puntos con un acierto del 45,9 en tiros de campo y del 38,7 en triples. Si esta difícil lesión no le deja secuelas, está llamado a convertirse en uno de los líderes del renacer de los Bulls y en un futuro jugador All-Star.