Dinamizar y ajetrear el mercado son dos términos que no encajan demasiado bien con la ciudad de San Antonio. Y cuando lo hacen es porque se presenta una oportunidad inmejorable para elevar las expectativas del proyecto. Un gran ejemplo de esto fue la maniobra realizada el día del draft de 2011 para lograr la incorporación de Kawhi Leonard.
Para ello, Gregg Popovich tuvo que desprenderse de uno de sus jugadores favoritos de siempre, George Hill. Una decisión que lamentó profundamente pero que, finalmente, mereció la pena. Una historia que no terminó de la manera que los aficionados de los Spurs hubieran deseado pero que, por el camino, les permitió saborear las mieles del campeonato en una ocasión más, en 2014.
Ahora que nos acercamos a la ceremonia del draft de 2020, diversos rumores sugieren que los Spurs podrían protagonizar algún movimiento durante la jornada. Quizá en un buen momento tras poner punto y final a más de dos décadas consecutivas jugando los playoffs. Con un nivel de talento relativamente limitado más allá de las cuatro o cinco primeras posiciones, la noche del draft del 18 de noviembre podría estar llena de operaciones. Y es posible que en las oficinas de Texas busquen escalar un par de posiciones para optar a mejor perfil.
Una de las opciones que baraja el periodista de The Ringer Kevin O’Connor es que los Spurs realicen un trade up con Atlanta para elegir a Isaac Okoro en la sexta posición del draft. Para ello tendrían que enviar a DeMar DeRozan y su pick número 11 rumbo a los Hawks. Un precio quizá, a priori, demasiado alto pero que asegura el reclutamiento del denominado mejor defensor de la camada.
Algunos analistas y medios de comunicación han hallado cierta similitud entre las cualidades de Kawhi Leonard e Isaac Okoro. El producto de la Universidad de Auburn aspira a convertirse en una estrella defensiva en la NBA, además de mostrar algunos destellos en el aspecto ofensivo. Aunque su tiro debe ser pulido, cabe la posibilidad de que desde San Antonio quieran repetir el mismo modus operandi de hace casi una década con el actual alero de Los Angeles Clippers.
Okoro ha finalizado su breve periplo universitario siendo incluido en el Mejor Quinteto y en el Mejor Quinteto Defensivo de la Southeastern Conference. Sus promedios con los Tigers ascendieron hasta los 12,9 puntos, 4,4 rebotes y 2,0 asistencias en poco más de 30 minutos por encuentro durante el curso 2019-20.
Su defensa es su mayor carta de presentación en la NBA pero su juego presenta otras virtudes, algunas muy presentes y otras por desarrollar. Es un gran slasher, finaliza bien en transición y también ha demostrado habilidad para subir la pelota y generar juego para sus compañeros. Las grandes dudas actualmente apuntan a su inconsistencia en el lanzamiento. Las mismas que perseguían a Kawhi, quien protagonizó una evolución abrumadora en apenas un par de años. Si bien es muy difícil que Okoro pueda repetir la trayectoria del dos veces MVP de las Finales, cualquier acercamiento a ello lo convertirán en una gran incorporación para cualquier equipo. Y en San Antonio son muy hábiles en la tarea de detectar y desarrollar el talento precoz.
Eso sí, el jugador tendrá muchas novias. Y confianza no le falta: “Sí, creo que debería ser la primera elección porque salgo a jugar en todos los partidos y siempre compito, y siempre doy el cien por cien de mi esfuerzo”, declaró Okoro hace unas semanas.
(Fotografía de portada de Todd Kirkland/Getty Images)