Volatilidad en la toma de decisiones y zarandeado por la dura realidad de los años que no pasan en balde. Amar’e Stoudemire estaba retirado. Había dejado el baloncesto hace un año tras colgar la camiseta en el Hapoel Jerusalem. A los pocos meses decide de cambiar radicalmente de parecer. No solo quiere volver a jugar al baloncesto; quiere hacerlo en la NBA.
Pero claro, esto es un negocio bilateral. Y STAT se ha dado cuenta a lo largo de estas últimas semanas que con desearlo, a menudo no siempre basta. Sus mejores años han pasado ya. Poco o nada queda, para las 30 franquicias que deciden quién se calza y quién no, del seis veces All-Star.
Ha cumplido los 35 años, y sus 9,9 puntos y 5 rebotes en 22,8 minutos en la liga israelí la pasada temporada, han sido aval insuficiente. Ha perdido su complejo de apisonadora, incluso en ligas de tercer nivel.
La experiencia, energía y baloncesto que le quedan dentro, no ha bastado para convencer. Así pues, y aún con el portazo de la Liga en la que triunfó durante casi tres lustros, vence a pesar de todo la tozuda idea de abandonar fugazmente el retiro.
Vuelve, informa Sport 5, donde aún sí lo quieren. Vuelve al Hapoel.