Uno (inexplicablemente) parece quedarse sin hueco. El otro aspira a una segunda oportunidad. Walter y Willy viven caminos opuestos y paralelos, según la dirección y orden en que se miren… y tal vez incluso terminen por cruzarse en mitad del Atlántico.
Willy Hernángomez lleva siete años en la NBA, exactamente los mismos que han pasado desde que Edy Tavares la abandonase en busca de protagonismo y minutos, todo lo que no encontró en sus dos años en la liga norteamericana desde que fuera seleccionado por los Hawks en el puesto 43 del Draft 2014, y lo intentase sin éxito primero con ellos y luego con los Cavs. Pero su único sitio siempre fue el banquillo.
El caboverdiano estaba demasiado ídem, y todo su florecimiento y explosión llegó en la ACB, primero con el Gran Canaria y luego con el Real Madrid, donde se ha erigido en una de los mayores presencias europeas del juego interior. A sus 31 años, revolotea la duda de si esto se mantendrá la próxima temporada.
En la cúspide de su carrera
Tavares se convierte en agente libre el próximo verano, pero entiende que su salario actual (1,7 millones, lejos del top-10 europeo) no se corresponde con su impacto y rendimiento en pista, donde abarca toda clase de récords (especialmente como defensor y taponador) y le han valido el reconocimiento de MVP de esta última Final Four en la que el Real Madrid se aupó con el título. Pívot y conjunto blanco llevan meses negociando su renovación, pero en la capital, en plena fase de recortes, están lejos en estos momentos de cumplir con los deseos económicos del jugador.
Y esto, según BasketNews y fuentes del diario Marca cercanas a su entorno, han reabierto el interés de la NBA por rescatar para sí esta versión estelar y madura del center. Y hay una franquicia en particular, por encima del resto, que estaría dispuesta a su incorporación inmediata: Portland Trail Blazers.
¿El problema? La cláusula de rescisión de 6 millones que ata al jugador. Entre abonarla y esperar un año y hacerse con Tavares a coste cero y arriesgarse a que, en el camino, llegue ese acuerdo de renovación con el Madrid, está la disquisición.
Enorme defensa por buen ataque
Y como alternativa a su marcha caída del cielo, aunque con un perfil de juego de lo más distinto pero también con pasado madridista (2012-16), aparece Willy Hernángomez, quien por ahora no ha dado pistas de querer abandonar la NBA y estaría a la caza de un contrato tras quedar libre una vez NOLA no ha ejecutado su opción de equipo.
Ansioso de tener minutos, no obstante y como Tavares en su día, no sería extraño que se replantease un regreso a casa donde su estatus es tremendo, más tras ganar el MVP del pasado europeo tras batir a Francia en la final.
Su nómina viene rozando los 2,5 millones brutos en los Pelicans (cercano a los 2 millones netos), algo igualmente inasumible por los merengues –aunque por debajo de las cifras en las se mueve el contrato que querría Tavares para seguir a bordo– por lo que la rebaja que debería aceptar Willy en su cambio de aires debería ser sustancial.
(Fotografía de portada Jason Miller/Getty Images)